Público
Público

La adolescente somalí lapidada había sido violada, según UNICEF

Reuters

La agencia de la ONU para la infancia, UNICEF, dijo el martes que una somalí que fue lapidada hasta morir por islamistas acusada de adulterio era una niña de 13 años que al parecer había sido violada cuando fue a visitar a su abuela.

En lo que fue la primera ejecución pública de este tipo por parte de los integristas en dos años, el 28 de octubre la somalí fue colocada en un agujero en el suelo y apedreada hasta la muerte ante cientos de espectadores en Kismayu, una ciudad portuaria en manos de los rebeldes, después de que dirigentes locales determinaran que era culpable según la ley islámica o sharia.

Los testigos dijeron aquel día que se trataba de una joven de 23 años.

"Sin embargo, unos informes parecen indicar que había sido violada por tres hombres cuando se dirigía a pie a visitar a su abuela en la capital destrozada por la guerra, Mogadiscio", dijo UNICEF.

"Tras el asalto, buscó la protección de las autoridades, que entonces la acusaron de adulterio y la condenaron a muerte", añadió en un comunicado. "Una niña fue sacrificada dos veces: primero por los autores de la violación y luego por los responsables de administrar justicia".

UNICEF dijo que el suceso destaca la vulnerabilidad de las niñas y mujeres en Somalia, que está inmersa en una guerra civil desde hace 17 años. En la última etapa, los islamistas se enfrentan al Gobierno provisional y al Ejército etíope, que le apoya.

No se pudo hablar de manera inmediata con un portavoz islamista para responder a la acusación de la agencia de la ONU.

Amnistía Internacional identificó a la niña como Aisha Ibrahim Duhulow y dijo que murió a manos de 50 hombres que la apedrearon en un estadio en Kismayu ante unos 1.000 espectadores.

Su padre y otras fuentes dijeron a la organización de defensa de los derechos humanos que había sido violada por tres hombres. Cuando la familia intentó denunciar la violación a la milicia Al Shabab que controla Kismayu, fue acusada de adulterio y detenida. Ninguno de los hombres a los que acusó de violación fue arrestado.

"Esto no fue justicia, ni fue una ejecución. Esta niña sufrió una muerte horrenda por el mandato de los grupos armados de oposición que ahora controlan Kismayu", dijo en un comunicado David Copeman, activista de Amnistía para Somalia.

"Esta muerte es otro abuso más de los derechos humanos cometido por los combatientes (...) en Somalia, y vuelve a demostrar la importancia de la acción internacional para investigar y documentar esos abusos mediante una Comisión Internacional de Investigación", agregó.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias