'Ahora mismo te puedo dar una oferta, pero dentro de una hora es probable que no sirva'. Así de claro. 'Estoy seguro de que estamos fuera de la norma, pero hasta ahora esa práctica era correcta'.

No lo dice cualquiera, lo dice Jesús Martínez Millán, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Agencias de Viajes (Feavv), que agrupa a cerca de 4.000 puntos de venta de 1.500 empresas, entre las que se incluye la agencia de El Corte Inglés o Viajes Iberia pero también un buen número de agencias de menor tamaño que suman el 60% del sector.

Escuchándole, parece que la nueva regulación sobre ofertas combinadas (vuelo más hotel) les ha pillado con el pie cambiado. El pasado 30 de noviembre entraba en vigor la normativa (transposición de una directiva europea) que obliga a poner 'a disposición de los consumidores un folleto informativo que contenga por escrito la oferta sobre el viaje combinado y que refleje el precio final'.

Martínez, un histórico del sector, asegura que no hay mala fe, que esta práctica se copió de las aerolíneas de bajo coste, que ofrecían precios de billetes sin incluir las tasas para llamar la atención. Aún recuerda cómo, hace 30 años, en las fotos de los hoteles había quienes subían el nivel del mar para que pareciese que estaba en primera línea de playa. Las cosas han cambiado, comenta, y lo harán ahora de nuevo 'tras el aldabonazo' de Facua. Feavv va a recordar a sus asociados la directiva.

Porque lo cierto es que la oferta colgada del escaparate se difumina desde el momento en que se traspasa la puerta. 'Tasas de aeropuerto, carburantes, visados...' se suman a la oferta inicial. ¿Quién es el culpable? 'El 99% de las agencias vendemos ofertas que no hemos diseñado nosotros, sino los mayoristas', explica el presidente de Feavv. Mayoristas son Soltour, Travelplan, Iberojet... y diseñan ofertas con meses de antelación.

A esto se agarra José Manuel Marciñeiras, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes (que incluye a Marsans y representa a cerca del 40% del sector). Marciñeiras pide 'que las leyes sean razonables', porque no se puede actualizar constantemente el precio. Como ejemplo pone las tasas de aeropuerto de Venezuela, que han aumentado 70 euros en días.