Más liberal que nunca, la presidenta del PP de Madrid ha regalado los oídos a la importante representación de la derecha iberoamericana -incluidos los españoles José María Aznar, Carlos Floriano o Jaime Mayor Oreja - concentrada en la localidad argentina de Rosario para celebrar el 25º aniversario de la neoliberal Fundación Libertad. Esperanza Aguirre se vistió de la recientemente fallecida Margaret Thatcher y, con un discurso incendiario, defendió el liberalismo como la mejor vía para resolver la crisis.

La ex presidenta madrileña, que llevaba un tiempo sin hacer declaraciones polémicas en Madrid, ha intervenido en la Bolsa de Comercio de Rosario lanzando duros reproches a quienes pretenden salir de la crisis inútilmente, al emplear 'el dinero del contribuyente' para salvar bancos, entre otros, el presidente del Gobierno y de su partido, Mariano Rajoy. Además, abogó por que se eliminen las subvenciones, tanto para el desempleo como para 'sectores en declive'; se permita a los ciudadanos 'elegir la moneda en la que quieren cobrar su salario o sus rentas' y se deje a los bancos 'quebrar'.

Aguirre ha pedido que se mejoren 'la educación y la capacitación profesional' en lugar de subvencionar el paro y que no se intervenga más en los mercados financieros, pues, en su opinión, la crisis que vivimos no es una consecuencia de las políticas liberales de dirigentes como su admirada Thatcher o su homólogo estadounidense Ronald Reagan. 'Lo que ya no toleramos (al menos yo) con tanta paciencia es que se califiquen de 'liberales' las políticas que han causado la crisis económica actual', advirtió y, para ilustrar esta aseveración, recordó las situaciones de Argentina y España hace once años. En realidad, para la conservadora madrileña, las coyunturas de ambos países han sido provocadas 'por un intervencionismo absoluto del Estado en el sector financiero', así como a'procedimientos administrativos que transfieren la libertad, los ahorros y el patrimonio de los ciudadanos a manos de burócratas'.

Aguirre tuvo palabras también para la presidenta del país anfitrión, Cristina Fernández, al alertar de los 'caudillos o caudillas visionarios que se presentan como mesías y salvadores de los pobres y oprimidos'. Asimismo, echó en cara al Gobierno de Fernández que ahuyente 'la inversión extranjera con la expropiación de las empresas más prósperas del país', en referencia a la expropiación de YPF a Repsol, de la que se cumple un año.