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El agujero de la Seguridad Social y la gestión del PP

Octavio Granado
Secretario de la Seguridad Social 2004-2011

Ahora que buena parte de los contribuyentes contemplamos con esperanza los planes del Gobierno para anular parte de las subidas abusivas con las que se despachó en 2012 y 2013, sería bueno señalar las obligaciones que van a dejar de atenderse por esta medida, tan irreflexiva que la propia Comisión Europea ha tenido que alzar la voz ante sus riesgos.

Hoy se ha conocido la marcha de la ejecución del Presupuesto de la Seguridad Social durante los primeros cinco meses del año, un periodo razonable que permite definir alguna tendencia.

Los datos son preocupantes. Los derechos, ingresos, bajan en 525 millones y los gastos aumentan en 1.800. Al parecer, ni la menor subida del gasto en pensiones de los últimos veinte años sirve para cuadrar las cuentas. No solo disminuyen las transferencias del Estado (los pensionistas deberían preguntar a Montoro cuando dice que el Estado entra en superávit cuanto de este superávit lo pagan ellos), sino las tasas, los ingresos patrimoniales, las cotizaciones sociales de los desempleados debido a su mayor desprotección, etc. En lo tocante a los gastos, aunque las ayudas a las familias caen por el menor número de nacimientos aumentan los gastos en incapacidad temporal (se ha anticipado un mes de pagos a las 'pobres' Mutuas) y otros gastos que se dejaron de pagar el año pasado y este año han debido contabilizarse.

Con este panorama, ¿Cómo vamos a acabar el año? En las cotizaciones, las de los empleados ocupados aumentarán algo, pero bajarán más de mil millones las de los desempleados sin prestación. Las medidas de incremento de las cuotas para algunos colectivos solo compensan las pérdidas de cotización que tenemos en otros conceptos, y aquella norma que sometió a cotización dietas, planes de pensiones, etc, todavía no se aplica, porque no saben cómo aplicarla y lo que es peor no saben si podrán aplicarla con la oposición tajante de empresas, trabajadores, Hacienda, la judicatura, etc. Esto quiere decir que en cuotas recaudaremos una cantidad parecida a 2013, que es inferior en 4.800 millones € a las previsiones presupuestarias. El resto de los capítulos experimentará escasas variaciones.

En gastos, deberemos asumir entre 150 y 200 millones del anticipo a las Mutuas, los 325 millones que no contabilizamos el año pasado, y unos 250 millones en pensiones de infrapresupuestación. Una desviación presupuestaria global de 5.500 millones €, que se sumará a los 9.745 millones € de déficit ya previstos. En total, 15.000 millones € de déficit que siendo optimistas podrán acabar siendo 14.000.

Mientras dure el dinero ahorrado por el anterior Gobierno en el Fondo de Prevención (cuyos 4.750 millones han desaparecido ya) y el Fondo de Reserva, del que este año sacaremos otros 10.000 para pagar las dos extras de los pensionistas, este Gobierno podrá seguir pasando como un magnífico gestor. Si esto lo hacemos los socialistas, nos pasan a degüello. Y ahora se les ocurre sin alternativa ninguna disminuir los impuestos, fundamentalmente a los más ricos. Son insaciables.

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