Las autoridades israelíes deben revelar urgentemente qué armas y municiones utilizaron en el reciente conflicto armado de Gaza, según conmina Amnistía Internacional (AI) en un comunicado.

"Sabemos que se emplearon municiones con fósforo blanco en zonas civiles muy pobladas aunque Israel lo haya negado", afirma la directora del equipo investigador de esa organización no gubernamental (ONG) en la franja, Donatella Rovera.

"Ahora tenemos pruebas irrefutables del empleo de esa arma aunque los doctores que trataron a las primeras víctimas ignoraban qué había causado sus heridas", agrega Rovera en el comunicado.

Otras víctimas del conflicto sufren heridas que a los médicos les cuesta tratar por la incertidumbre existente sobre el tipo de municiones que las originó.

"Algunas víctimas de los ataques aéreos israelíes sufrieron quemaduras y cortes profundos en las extremidades, y los médicos que se ocupan de ellos necesitan saber qué armas se utilizaron", señala la representante de AI.

"Tenemos muchos casos de amputaciones y reconstrucciones vasculares en los que sería de esperar la normal recuperación de los pacientes, pero, para nuestra sorpresa, muchos murieron una hora o dos después de la intervención. Es dramático", dice el doctor Sbuhi Skeik, jefe del Departamento Quirúrgico del hospital al-Shifa.

"Es esencial y urgente que las autoridades israelíes publiquen toda la información relevante sobre las municiones utilizadas", insiste Rovera, según la cual "hay que impedir que mueran más personas porque se mantiene a los médicos en la ignorancia de lo que causó las heridas de los pacientes y las eventuales complicaciones".

La negativa inicial de Israel a confirmar que sus tropas habían utilizado municiones de fósforo blanco hizo, según AI, que los médicos no ofreciesen a los heridos el tratamiento debido.

Las partículas de fósforo blanco incrustadas en la carne pueden seguir ardiendo y causan un dolor intenso conforme las quemaduras se amplían y profundizan, lo que puede provocar un daño irreparable a los órganos internos.

"Hemos observado quemaduras diferentes de todas las que hemos tratado antes", explicó a AI un especialista del hospital al-Shifa de Gaza, quien agregó que "al cabo de unas horas, las quemaduras se extendían y profundizaban, despedían un olor terrible y comenzaron incluso a humear".

El estado de salud las personas con quemaduras debidas al fósforo blanco puede deteriorarse rápidamente. Incluso los que sufren quemaduras que cubren sólo un 10 o un 15 por ciento del cuerpo y que sobrevivirían a otro tipo de quemaduras, pueden morir por esa causa.

Desconociendo el peligro, los palestinos en cuyas casas explotaron proyectiles con fósforo blanco trataron de apagar las llamas con agua, lo que no hizo sino intensificar las llamas.

Cuando los médicos intentaban lavar las heridas de los pacientes con soluciones salinas, ésos daban gritos de dolor y cuando les cambiaban las vendas veían horrorizados que salía humo de la lesión.

"Los funcionarios israelíes han dicho una y otra vez que su operación militar estaba dirigida sólo contra Hamás y no contra el pueblo de Gaza. No valen excusas para seguir reteniendo informaciones vitales para el tratamiento de las personas heridas en esos ataques", denuncia la representante de AI.