Jaime Alguersuari, piloto español que hoy debutó con un Fórmula Uno en los entrenamientos libres del Gran Premio de Hungría, aseguró que se había sentido "muy cómodo" en el monoplaza, "como si ya lo hubiera llevado antes".

"Sinceramente, no me lo esperaba. Creía que iba a estar mucho más fuera de los tiempos, porque es la Fórmula Uno y es nuevo para mi. Me queda mucho para experimentar pero me he sentido muy cómodo, como si lo ya lo hubiera llevado antes, por eso hemos quedado tan cerca de los tiempos", dijo el catalán.

Sin embargo, Alguersuari, el piloto más joven de la historia en participar en el Mundial de Fórmula Uno, reconoció que le queda "muchísimo trabajo por hacer, sobre todo ahora que estoy más motivado que nunca", dijo.

"Tengo toda la emoción posible -continuó-. Es la Fórmula Uno, el coche que siempre he querido llevar y estoy contento, porque en el primer día me he sentido cómodo en el coche. Estoy muy contento", dijo el piloto.

Además, comentó que de 0 a 10 valora con un 6 su nivel de nerviosismo a la hora de afrontar la sesión de hoy, pero agregó que la confianza y las instrucciones del equipo le ayudaron notablemente.

"Obviamente sabes que no puedes hacer errores. Lo único que te pide el equipo es que des vueltas sin hacer errores y cuando me encontré cómodo empecé a tirar y tirar y al final hemos estado ahí cerca de los tiempos buenos", indicó.

De la segunda tanda comentó que fue "más difícil" por el calor y que las últimas vueltas, cuando llevaba poca gasolina y los neumáticos blandos, no pudo obtener partido al encontrarse con demasiado tráfico, aunque agregó que el rendimiento general había sido "bueno".

Respecto a los aspectos que debe mejorar, Alguersuari apuntó al tacto de los frenos y el paso por las curvas rápidas. "Creo que la frenada es de los cambios más radicales de la Fórmula Uno, aunque me lo esperaba peor", manifestó el catalán.

También reconoció haber ganado una apuesta a su padre, quien le dijo que su compañero, el suizo Sebastian Buemi, le iba a superar por dos segundos por la mañana y al final solo fueron dos décimas. "Creo que me van a pagar esa cena encantados", dijo.