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Andrés Neuman dice que la universidad sospecha del que escribe la ficción, como de un intruso

EFE

El narrador y poeta de origen argentino afincado en Granada Andrés Neuman (Buenos Aires, 1977) ha dicho a Efe que en la Universidad española, en la que dejó de ejercer tras un breve periodo como profesor, "se tiende a sospechar del profesor que escribe ficción, como si fuese un intruso heterodoxo".

Con motivo de la publicación de "Década (Poesía 1997-2007)" (Acantilado), que reúne su obra poética completa, Neuman ha asegurado: "Dejé la universidad en un afortunado rapto de imprudencia, cuando me di cuenta de que mi vocación académica era infinitamente menor que mi vocación literaria."

"La universidad española, a diferencia de otros países, tiende a obligarte a elegir entre la escritura y la filología; no es una regla explícita, pero se percibe claramente; en Estados Unidos, por ejemplo, hay cátedras universitarias de escritura literaria".

Preguntado por lo más importante que le ha sucedido en esta década, contestó como el autor de aforismos que es: "Si lo importante es lo grave, ver morir a mi madre. Si lo importante es lo ingrávido, enamorarme de veras".

En "Década" hay sonetos y haikus, dos formas aparentes de la perfección poética, pese a lo cual señaló que le interesan más "los caminos de imperfección, o sea, las místicas humanas, no las trascendentes; las que nos conducen a aceptar nuestra pequeñez y a hacer belleza con nuestras limitaciones."

"En cuanto al haiku y el soneto, tengo la sensación de que el primero hoy en día resulta mucho más liberador que el segundo para un poeta: el haiku tiende a abrir la percepción, a limpiar la mirada, y el soneto tiende a obsesionar con su exigente forma; aunque he disfrutado mucho escribiendo ambos", añadió.

Sobre el humor, del que no carecen sus poemas, señaló que debería empezar por uno mismo, porque "el humor exclusivamente como sátira, como parodia de los otros, tiene algo de cobarde o de mezquino; me parece más profundo entender el humor como una forma de autoconocimiento; lo que conduce, necesariamente, a reirse de uno mismo".

El reirse de uno mismo es "todo un alivio; una vez que te ríes de tu propio personaje, ya no puedes volver a ponerte la corbata", afirmó para poner a prueba este aserto con la pregunta de si en la Davis estuvo con Argentina o con España: "Qué mala leche; que pregunta más macabra", exclamó antes de contestar.

"Al principio simpatizaba más con Argentina, porque nunca había ganado la Davis, pero desde que Del Potro dijo aquella grosería sobre el culo de Nadal, probablemente sin mala intención, no pude evitar desear que el tipo perdiese su partido; en realidad, cada vez que se enfrentan mis dos países amados, tengo la sensación de que yo iría con el equipo visitante por pura vocación extranjera: hincharía por Argentina en España, y por España en Argentina", contestó.

El chileno Roberto Bolaño, al que se considera padre de una nueva generación de escritores latinoamericanos, dijo de Neuman que está "tocado por la gracia" y, sobre si eso es lo más importante que le han dicho, señaló que le "cuesta comparar el valor público de los elogios o las críticas, como si fuesen acciones que se cotizan, suben, bajan".

"Aquel artículo que me dedicó Bolaño significó una emoción muy grande porque me permitió conocerlo en persona; hasta entonces jamás había hablado con Bolaño, y tras la publicación del artículo me atreví a ponerme en contacto con él; a partir de ahí fueron sólo tres años de amistad, aunque sospecho que pasaré el resto de mi vida digiriendo la breve experiencia de haberlo tratado", señaló.

De si una "Década" escribiendo es hacerse viejo, dijo que "quizás eso es escribir: contabilizar instantes, ordenarlos, inventarlos si es preciso" y, con humor añadió: "Trato de consolarme diciéndome que esto es porque empecé muy joven; siendo optimista, calculo que ese autoengaño me durará como mucho otros diez años."

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