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Anelka se suma a la lista de expulsados de los Mundiales

Reuters

En otro tiempo considerado el equivalente francés del brasileño Ronaldo, Nicolas Anelka ha desperdiciado en gran parte su talento único debido a su fuerte temperamento y ahora será recordado como uno de los marginados de los Mundiales de fútbol.

Anelka, cuyo nombre se ha sumado a la lista de jugadores enviados a casa desde una Copa del Mundo, que incluye a Diego Armando Maradona y Roy Keane, había viajado a Sudáfrica para jugar su primer Mundial con 31 años.

Muchos pronosticaron que el talentoso aunque impredecible delantero mostraría sus excepcionales cualidades en los terrenos de juego de Sudáfrica. En lugar de eso, cayó en desgracia el sábado, cuando fue expulsado del torneo por insultar a Raymond Domenech después de que el seleccionador de Francia criticase su actitud en el campo y lo sustituyera en el descanso de un encuentro que la selección gala perdió el jueves por 2-0 frente a México en Polokwane.

Anelka, que sólo ha conseguido destacar en algunas ocasiones durante una turbulenta carrera de más de una década, irrumpió en el mundo futbolístico a los 19 años, con dos sensacionales goles en una victoria 2-0 sobre Inglaterra en el estadio de Wembley en febrero de 1999.

"Hemos encontrado nuestro Ronaldo", dijo el capitán francés Didier Deschamps aquella noche.

Sin embargo, el camino de Anelka nunca fue tan tranquilo como el de otros dos grandes delanteros franceses de su generación, David Trezeguet y Thierry Henry.

A ratos brillante a nivel de clubes, especialmente durante sus temporadas en el Arsenal y en el Chelsea, otros acabando en fracaso, como su paso por el Real Madrid, Anelka nunca se ha mantenido en lo alto suficiente tiempo como para dejar huella, a diferencia de Trezeguet en la Juventus o de Henry en el Arsenal.

Su áspera actitud, tras crecer en el duro suburbio parisino de Trappes, le lleva a menudo a enfrentarse con los entrenadores o presidentes de los clubes, viéndose con frecuencia obligado a hacer las maletas.

PENALTI PERDIDO

Teniendo en cuenta que ha sido siempre un artista pero nunca un jugador de equipo, Anelka decepciona frecuentemente en el campo, pese a que su habilidad lo podría haber transformado en un futbolista verdaderamente espectacular.

Además, se ganó una reputación de falta de serenidad cuando falló su lanzamiento en la definición por penaltis en la derrota del Chelsea frente al Manchester United en la final de la Liga de Campeones de 2008.

Tan elegante como poderoso, la actuación del alto jugador de cabeza rapada ha sido siempre emocionante, aunque la eficiencia no le haya acompañado en todos los partidos.

Al menos jugó un papel clave en ayudar a que el Chelsea ganara la liga y la copa inglesas la pasada temporada. Lo que Anelka nunca ha podido lograr es tener éxito con el equipo francés, con apenas 14 goles anotados en 71 apariciones con "les Bleus" y dando la impresión en algunas ocasiones de que realmente no le importaba.

Ése fue el caso en 2003, cuando rechazó una convocatoria del seleccionador Jacques Santini, y también ahora en Sudáfrica, donde no jugó un papel importante en los dos partidos que lleva Francia, provocando que muchos observadores dijeran que Henry debería haber jugado en su lugar.

Con los insultos a Domenech, Anelka emuló al ex "enfant terrible" francés Eric Cantona, quien llamó "cabrón" al entrenador nacional Henri Michel en 1988 y como consecuencia no pudo jugar en la selección francesa durante meses.

Sin embargo, el capitán de Francia, Patrice Evra, dijo que es demasiado simple calificar a Anelka como un rebelde sin respeto por los colores de su país.

"Está triste de abandonarnos porque ama a esta selección francesa", señaló Evra tras la noticia el sábado. "Aquellos que no le conocen, dicen que es un chico malo y todo eso pero yo le conozco bien y él no es así para nada. Es una persona muy amable".

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