La antorcha olímpica finalizó su recorrido por Seúl en medio de pequeños incidentes protagonizados por los miles manifestantes a favor y en contra de las políticas chinas, según informó la agencia de noticias surcoreana Yonhap.

Nada más comenzar el desfile, se produjeron los primeros choques entre una multitud formada principalmente por jóvenes estudiantes chinos, que portaban banderas nacionales, y numerosos manifestantes pro-norcoreanos y pro tibetanos, que lucían pancartas en las que se leía "No derechos humanos, No Olimpiadas".

Los manifestantes chinos arrojaron botellas de plástico y piedras a los activistas pro derechos humanos tras lo que un fotógrafo de un diario surcoreano resultó herido, según la agencia surcoreana de noticias Yonhap.

Por otro lado un policía que estaba dispersando a los cerca de 10.000 manifestantes chinos congregados frente del ayuntamiento de Seúl resultó herido por un objeto arrojado por chinos.

Un hombre no identificado intentó irrumpir la carrera, sin llegar a conseguirlo, mientras la llama olímpica desfilaba protegida por cerca por 140 agentes de la policía durante su recorrido por la capital surcoreana.

Otros dos activistas de un grupo pro derechos humanos norcoreanos intentaron inmolarse prendiéndose fuego para detener el desfile del símbolo olímpico, pero fueron detenidos de forma inmediata por la Policía.

La llama, que llegó esta madrugada al aeropuerto surcoreano de Incheon procedente de Japón, pasó por las manos de 80 relevistas durante un recorrido de 24 kilómetros desde el parque Olímpico, construido con motivo de los Juegos celebrados en Seúl en 1988, hasta el Ayuntamiento de Seúl.

Las autoridades locales movilizaron a más de 8.000 agentes de policía para proteger la llama olímpica y a sus portadores en la décimo séptima parada de la antorcha.