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Aralar sólo recoge parcialmente el voto de Batasuna

Los abertzales legales ganan tres escaños. La opción de Otegi consigue un 8,8% de voto nulo

FERRÁN CASAS

El voto de la izquierda abertzale se mantuvo numéricamente intacto pero se dividió. Si PCTV-EHAK y Aralar sumaron hace cuatro años casi el 15% de apoyos, ayer, con Batasuna y sus secuelas fuera de la ley, la suma de votos nulos la opción defendida por los de Arnaldo Otegi con papeletas de D3M y de Aralar arrojó un resultado similar. Hubo, eso sí, un trasvase de votos parcial de la ilegalidad a la legalidad, plasmado en la subida de 1 a 4 escaños y en el 6% de votos válidos para la lista de Aintzane Eze-narro. El 8,84% de sufragios emitidos (100.000 votos) fue en cambio nulo, con más incidencia en Guipúzcoa, feudo de la izquierda abertzale radical.

En 2005 EHAK superó el 12,4% de los votos y consiguió nueve escaños y Aralar sacó el suyo con el 2,3%.

Aralar, escindida de una Batasuna víctima de la dúctil Ley de Partidos por negarse a condenar a ETA, llegó ayer a lo más alto desde su fundación en 2000 consiguiendo más de 62.000 votos con un buen resultado en Vizcaya, donde creció un escaño. Los otros vinieron de Álava y Guipúzcoa.

Ezenarro ya no estará sola en el Parlamento de Vitoria pero su composición la aleja de su objetivo: condicionar desde el independentismo de izquierdas un gobierno nacionalista liderado por Ibarretxe. Deberá esperar a los movimientos de PNV y el PSE-EE.

Otegi, portavoz de Batasuna, votó a primera hora en su localidad de Elgoibar. No tuvo reparo en mostrar su papeleta nula de D3M y pidió que el futuro se abra 'en unas coordenadas absolutamente diferentes' para dar una 'solución al conflicto' desde 'posiciones de defensa de los intereses de los trabajadores'.

Pero lejos quedan para la izquierda abertzale radical y Otegi los 14 escaños y el 18% de los votos que, meses después de la tregua de ETA y con el Pacto de Lizarra en vigor, obtuvieron en 1998. Desde 2003 las ilegalizaciones han hecho mella y forzar el voto nulo ha costado pese a ser las elecciones más propicias para la formación de Otegi. En las municipales de 2003, un 10% optó por el nulo. En las generales de 2004 un 7,6% y meses más tarde, en las europeas, un 12,2%. En las municipales de 2007, en que la izquierda abertzale radical se presentó en muchos municipios gracias a ANV pero no en las ciudades, el 8,3% votó nulo.

La izquierda abertzale radical se hizo oír en algunos colegios electorales e intentó, con escaso éxito, que la jornada no discurriera en calma. Hasta cinco personas arrestó la Ertzaintza por portar a los colegios papeletas de D3M, la marca abertzale a la que la Justicia impidió presentarse. Decenas más fueron identificadas. Los herederos de Batasuna informaron de que, en numerosos colegios, la Policía retiró sus papeletas de las cabinas de votación.

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