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Arias aboga por cambiar la Constitución de Honduras para evitar otra crisis

EFE

El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, considera que Honduras debe cambiar su Constitución para poder eludir en el futuro nuevas crisis como la que sacuden el país centroamericano desde el golpe contra Manuel Zelaya el pasado junio.

"La Constitución hondureña ciertamente no es una constitución moderna y reiteradamente yo he dicho que ese país requiere una Constitución diferente", dijo Arias a Efe en una entrevista en Jerusalén.

El debate sobre si Zelaya podía convocar, tras consulta popular, una Asamblea Constituyente para cambiar la carta magna de su país fue la razón que condujo a la actual crisis institucional hondureña, al considerar los poderes Judicial y Legislativo que se trataba de un acto ilegal tipificado como traición a la patria.

Los hondureños tratarán de salir de esta crisis en las elecciones que se celebrarán mañana, domingo, y lo hacen en medio de la polémica sobre si ésta es una convocatoria electoral ilegal, tras el rechazo expresado por el depuesto presidente.

En su tercer día de visita por Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Arias insistió en la urgencia de resolver la crisis hondureña para "no seguir castigando al pueblo" y manifestó que en una situación de rechazo al plan San José-Tegucigalpa "las elecciones son la única salida".

"Nuestra pretensión de revertir el golpe de estado no ha sido posible. El acuerdo de San Jose sirvió de marco de referencia para el diálogo y el restablecimiento del orden constitucional pasaba por la restitución del presidente Zelaya y eso no ha sido posible", explicó.

"No veo porqué vamos a convertir Honduras en una especie de Myanmar centroamericano, aislándolo y castigándolo, no reconociendo diplomáticamente al nuevo gobierno si todo transcurre de manera normal", insistió.

Justificando su apoyo al proceso electoral siempre y cuando transcurra de manera "transparente", recordó que "las elecciones fueron convocadas mucho antes del golpe de estado", y que también "los candidatos fueron seleccionados mucho antes del golpe de estado".

"Pero no es fácil revertir un golpe de estado, lo sabíamos todos desde el principio", indica el presidente costarricense, para quien el hecho de que Zelaya no haya sido repuesto en la presidencia antes de los comicios, como exigía el acuerdo de San José-Tegucigalpa, no es razón ahora para deslegitimar la elección de los hondureños.

"En la historia -recuerda a los que se oponen al proceso- las elecciones para regresar a la democracia han sido organizadas por regímenes dictatoriales, han sido producto de golpes de estado, así que no veo porqué decir que estas elecciones son ilegales porque no logramos revertir el golpe de estado".

"Si hay observadores, si el Tribunal Supremo manifiesta su satisfacción, no veo porqué habrán de ser ilegales", añade.

El que fuera mediador entre el depuesto presidente, Zelaya, y el presidente de facto Roberto Micheletti, reiteró en la entrevista con Efe su disposición en principio a reconocer al nuevo gobierno hondureño "si no hay ningún indicio de fraude" porque de lo contrario "el gran perdedor con este golpe de estado será el pueblo hondureño".

"Honduras es un pueblo que ha sufrido mucho, de los países más pobres que hay en América Latina a la par que Haití o Nicaragua; si no es reconocido por los europeos y los EEUU y se acaba la cooperación externa que venía recibiendo -que financiaba el 20 por ciento del presupuesto- el empobrecimiento va a continuar", agrega.

En la próxima Cumbre Iberoamérica de Estoril, Arias preguntará a los gobiernos que ya han anunciado que no reconocerán al próximo ejecutivo hondureño, por qué sí han aceptado a los de Irán y Afganistán, donde hubo denuncias de fraude electoral.

Trayendo a colación el caso de Patricio Aylwin, elegido en 1989 cuando aún estaba vigente el régimen pinochetista en Chile, Arias concluyó que rechazar ahora la elección de los hondureños "es un contrasentido".

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