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"Arlington Park", un retrato de mujeres desesperadas firmado por Rachel Cusk

EFE

Bajo el título de "Arlington Park", un ficticio barrio residencial donde se refugian las familias de clase media que huyen de Londres, la escritora británica Rachel Cusk ha construido una inquietante novela en la que las mujeres sólo se sienten seguras si no se apartan de los convencionalismos.

Son mujeres que quieren "protegerse de los cambios y de la realidad para no sentirse incómodas", ha afirmado a EFE Rachel Cusk, nacida en 1967, y que ha sido elegida como una de las escritoras jóvenes británicas más brillantes por la revista "Granta".

En su sexta novela, "Arlington Park", publicada por la editorial Lumen, la autora escarba en las zonas más oscuras de la vida doméstica de un grupo de mujeres que rondan la cuarentena y que son incapaces de replantearse sus vidas, sus matrimonios o su maternidad.

Christine, Stephanie, Juliet, Sara y Maisie, las protagonistas del libro, son todo lo contrario de lo que se entiende por feministas, y el deseo de la autora era "describir la forma en que no pueden controlar su propio destino".

Una de ellas, Juliet, se atreve a preguntar: "¿Qué significa ser diferente? no ser como los demás o no hacer lo que se espera de uno".

Rachel Cusk hace que el lector se pregunte constantemente por qué no cambian y por qué tienen tanto miedo a ser diferentes de lo que son. "Quería demostrar que son impotentes, saben que su situación es inaceptable pero no son capaces de encontrar el modo de cambiar las cosas".

La autora enmarca su novela en un día lluvioso y gris. Si en la lluvia ha encontrado "el símbolo de la intensidad" de todo lo que ocurre en un sólo día a este grupo de mujeres, con el color gris ha coloreado "el tono que define su estado mental", ha explicado.

Y como el libro transcurre en un solo día, Cusk transmite al lector que a las mujeres de "Arlington Park" les queda la esperanza de poder cambiar o mejorar sus vidas al día siguiente.

La autora ha reconocido que muchos lectores le han comentado que los hombres que salen en su libro "son horribles", pero que ella no lo ve así. "Creo que tanto los hombres como las mujeres del libro cometen errores, ellos desempeñan su papel masculino y ellas quieren que sea así, aunque las hagan sufrir".

Las mujeres de "Arlington Park" llegan a comentar: "A lo mejor es que nuestros maridos nos dan demasiado miedo", dando voz a algo que subyace en toda la novela entre estas mujeres que son "impotentes económicamente y a nivel emocional", dice.

La autora también destaca la relación "siempre convencional" de las mujeres de este barrio residencial con sus hijos, pues "ellas no actúan de acuerdo a sus sentimientos individuales".

Al abordar el tema de la maternidad, la autora lo ha querido reflejar como "la experiencia de la pérdida de uno mismo, de la individualidad propia", ha manifestado la autora.

La sombra del secuestro de una niña, raptada en un parque, vuela en el ambiente de esta historia, aunque la autora confiesa que lo escribió antes de ser tan conocido el secuestro de Madeleine.

"Son trágicas historias frecuentes en el Reino Unido y que atraen mucho a las mujeres", comenta Cusk, quien cree que a través de estos terribles sucesos de aniquilación de hijos ellas se replantean su maternidad.

"Se miran a sí mismas y no entienden qué ha pasado con sus cuerpos", lo viven como una situación aterradora y amenazante, que también refleja su impotencia hacia su destino.

El nombre de "Arlington Park", un lugar que sólo existe "metafóricamente", según la autora, lo eligió porque es el típico nombre victoriano de calles de clase media.

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