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Asocian los cálculos renales con aumento del riesgo de diabetes

Reuters

Las personas que tuvieroncrisis de cálculos renales podrían desarrollar diabetes tipo 2con el paso de los años.

En un nuevo estudio, un equipo halló que, entre más de94.000 adultos de Taiwán, los que habían tenido cálculosrenales eran un 30 por ciento más propensos que aquellos sinese trastorno (grupo de control) a que se les diagnosticaradiabetes en cinco años.

De las 23.000 personas tratadas por cálculos renales, el12,4 por ciento desarrolló diabetes, según las historiasclínicas, comparado con el 9,6 por ciento de los 70.700participantes del grupo de control.

La diabetes y los cálculos renales comparten algunosfactores de riesgo, como la obesidad y la edad. Pero aun trasconsiderarlos, junto con ciertas características de la salud,los cálculos renales siguieron asociados con un tercio más deriesgo de desarrollar diabetes.

Se desconocen los motivos exactos, según el equipo deHerng-Ching Lin, de la Universidad de Medicina de Taipei. Peroen la aparición de ambos trastornos podrían influir ciertosprocesos orgánicos.

Los cálculos renales aparecen cuando la orina contiene unaelevada concentración de sustancias formadoras de cristales,como el calcio o el ácido úrico. Suelen ser muy dolorosos.

La diabetes tipo 2 aparece cuando el organismo pierde lasensibilidad a la insulina, lo que produce un aumento de losniveles de la hormona.

Entre las limitaciones del estudio que señala el equipoestá el hecho de que los autores confiaron en las historiasclínicas de los participantes y que no éstas siempre son tanprecisas.

El estudio tampoco incluyó información clave para poderexplicar la causa de la relación entre los cálculos renales yla diabetes, como el tipo de alimentación, los antecedentesfamiliares y el ejercicio.

Aun así, es posible que los cálculos renales actúen comouna señal de alarma de que una persona puede desarrollardiabetes.

Y ese tipo de pacientes "formadores de cálculos" deberíanprestar más atención al estilo de vida para modificar laalimentación y hacer más ejercicio.

FUENTE: Journal of Urology, noviembre del 2011

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