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La Audiencia de Madrid juzga al falso cura que secuestró y amenazó con un arma a la familia de Bárcenas

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La Audiencia Provincial de Madrid celebra a partir del miércoles 9 la vista oral del juicio contra Enrique O. G., la persona que se hizo pasar por cura para entrar en la casa del ex tesorero del PP Luis Bárcenas y encañonar a su familia, amenazándoles de muerte y reteniéndoles.

La Sección Cuarta de la Audiencia juzga a Enrique O. por la supuesta comisión de tres delitos de detención ilegal, dos delitos de coacciones, un delito de tenencia ilícita de armas y tres faltas de lesiones por los que la Fiscalía solicita para él una pena de 18 años de prisión.

Por su parte, la acusación particular solicita una condena de 19 años y seis meses de privación de libertad, mientras que la defensa pide la libre absolución en la aplicación de la eximente del artículo 20.1 del Código Penal, que es el que hace referencia a la alteración mental.

Según la narración de los hechos expuesta por el Ministerio Público en su escrito de calificación provisional, sobre las 15:45 horas del pasado 23 de octubre de 2013, el procesado llamó al telefonillo del domicilio de la familia de Luis Bárcenas, en la madrileña calle de Príncipe de Vergara.

Enrique O. manifestó a la empleada del hogar que era sacerdote y que venía de parte de Instituciones Penitenciarias para tratar un tema relativo a la libertad del propio Luis Bárcenas.

Logró que le permitieran el acceso a la vivienda, toda vez que iba vestido como un sacerdote y se identificó como el padre Enrique, convocando a todas las personas que había en la casa (la esposa de Luis Bárcenas, Rosalía Iglesias; su hijo Guillermo y la empleada doméstica, Victoria F.), al salón con la excusa de tratar el tema antes referido.

Tras unos veinte minutos de conversación, el procesado cortó su relato de raíz y, tras anunciar firmemente '¡Se acabó el teatro!', sacó de su maletín un revólver. Seguidamente encañonó a los tres y, tras atarles las manos con bridas, les amenazó para que le entregaran todos los pen-drives y todo el material documental que tuvieran de Bárcenas. Si hacían caso omiso a sus requerimiento, les mataría a todos. De esta manera les obligó a desplazarse por la casa hasta el despacho en el que él creía que podía estar toda la documentación.

 Tras casi una hora en esa situación el hijo de Luis Bárcenas logró zafarse de las bridas y redujo al agresor hasta la llegada de la policía, sobre las 17:00 horas.

 El revólver que portaba el acusado, tipo British Bulldog, para el que carecía de licencia, estaba manipulado pero, sin embargo, tenía un funcionamiento completamente correcto.

 Enrique O. padece un trastorno de la personalidad de rasgos paranoides, narcisistas y antisociales, por lo que sus facultades cognoscitivas y volitivas en relación con los hechos se hallaban afectadas, al menos de forma moderada.

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