El Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional tiene que volver a reunirse para decidir si el pirata somalí Abdu Willy es mayor o menor de edad. Pero para la próxima cita quiere tener encima de la mesa un nuevo informe forense, realizado a partir de todas las pruebas médicas que se le han realizado desde que llegó a España y una nueva: una radiografía de la clavícula.

Precisamente esta prueba es recomendada por el grupo forense de diagnóstico de edad en caso de dudas sobre pacientes a los que se ha sometido a exploración física, examen de dentición y radiología de mano izquierda. En el auto del juez Santiago Pedraz, en el que le declaraba menor de edad, al concluir que podía tener 'una edad mínima de 17 años', se dice que el hospital madrileño La Paz no podía examinar la clavícula por no disponer de un método para valorar la edad a partir de esa prueba.

En los exámenes acordados por la Fiscalía de la Audiencia Nacional en la clínica Abadal tampoco se le radiografió la clavícula. Se le hicieron placas de la boca, de la muñeca y de la cresta ilíaca.

Por eso, nada más tomar contacto con el asunto, los 16 magistrados que ayer formaron el Pleno de lo Penal de la Audiencia Nacional decidieron ordenar la prueba y pedir un informe forense que llegue a una conclusión con todas las pruebas realizadas.

Fuentes de la Sala de lo Penal señalaron que el Pleno volverá a reunirse cuando tenga este informe, lo que probablemente será el lunes, aunque la reunión se adelantará al viernes, si está listo antes.

Pese a que ninguna prueba podrá asegurar al cien por cien la edad del secuestrador del atunero vasco Alakrana, las fuentes consultadas confían en el criterio discrecional del tribunal para llegar a una conclusión. Como ejemplo pusieron la grabación de un acusado cuya voz se identifica sólo al 95 %.