El número de niños infectados por el brote de fiebre aftosa humana (EV71) desatado en la localidad de Fuyang, provincia de Anhui (este de China), que ha causado la muerte de 20 menores, asciende ya a 1.884, informó la agencia oficial, Xinhua.

En las últimas horas se han contabilizado 685 nuevos casos, explicó el subjefe del Centro Chino de Control y Prevención de Enfermedades, Yang Weizhong, al matizar que, sin embargo, no se han registrado nuevas muertes en los últimos cinco días.

El brote de fiebre aftosa, que fue detectado en marzo pasado en Fuyang, por cuyos ocho distritos se propagó con rapidez, afecta a menores de 6 años y, en especial, a los de menos de 2 años.

El EV71 puede generar trastornos en los pies, manos y boca y sus primeros síntomas sueles ser estados febriles no demasiado importantes seguidos de la aparición de ampollas y úlceras en la cara y en las extremidades.

Yang detalló que el virus también puede llegar a ocasionar fiebre alta, meningitis (sobre todo en niños de entre 2 y 5 años), encefalitis, edemas pulmonares y parálisis (más común en menores de 2 años).

El experto agregó que este virus, para el cual no se dispone por el momento de vacuna o tratamiento alguno, puede ocasionar un alto grado de mortalidad entre sus enfermos cuando se producen complicaciones.

Conocido también como infección coxsackievirus, el virus de fiebre aftosa humano no tiene relación alguna con el del mismo nombre que suele afectar al ganado vacuno, ovino y porcino.

El segmento de población más propenso a enfermar de fiebre aftosa humana, que se contagia a través de las mucosas de nariz y garganta, es el de los menores de diez años.

El último caso grave conocido en China se produjo en junio de 2007 en la localidad de Erdos, la provincia norteña de Mongolia Interior, donde un brote de EV71 afectó a 121 niños.

Un mes antes, un millar de personas enfermaron y tres bebés fallecieron en otro brote en la provincia de Shandong (este).