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Aumentan las mujeres que congelan sus óvulos para ser madres en un futuro

EFE

Cada vez más mujeres deciden congelar o vitrificar sus óvulos alrededor de los 30 años con el deseo de quedarse embarazadas una década después, pero sin sufrir el riesgo de que aparezcan alteraciones cromosómicas por la edad, según han informado a Efe algunas de las principales clínicas de infertilidad.

La congelación o vitrificación de ovocitos es "un proceso de congelación ultrarrápida" que permite su conservación sin el daño que provocaba en los mismos la congelación clásica, según el director médico de la Clínica Quirón de Bilbao de Ginecología y Reproducción Asistida, Gorka Barrenetxea.

Esta definición, muy lejos de la del diccionario de la Real Academia, para el que vitrificar es "Convertir en vidrio una sustancia", supone una solución para aquellas mujeres que desean preservar su fertilidad por causas oncológicas, genéticas o sociales, y que es posible en nuestro país gracias a la Ley de Reproducción Asistida de 2006.

En el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), un total de 1.636 mujeres optaron el pasado año por la vitrificación de ovocitos para preservar la fertilidad.

La vitrificación, según han explicado desde el IVI, implica la inmersión directa de los óvulos en nitrógeno líquido, cuya temperatura es de -196ºC, previo tratamiento de los mismos con sustancias crio-protectoras.

De esta forma, las mujeres tendrán en un futuro la misma capacidad reproductiva que el día que decidieron crio-preservarlos, aun suponiendo que sea diez años después, sin riesgo de daño de sus óvulos provocado por el envejecimiento o tratamientos médicos agresivos.

El IVI dispone de un Plan para la Preservación de la Fertilidad en pacientes oncológicos con el apoyo de la Asociación Española contra el Cáncer y la compañía Merck Serono. Gracias a ello, el año pasado 47 mujeres y 33 hombres a los que se les había diagnosticado un cáncer han podido preservar gratuitamente sus óvulos y semen para poder ser madres y padres una vez superada la enfermedad.

Y cerca del tres por ciento de los tratamientos de fertilidad que se realizan en la Clínica Quirón de Bilbao corresponden a vitrificación de ovocitos, siendo la mayoría de ellos por problemas oncológicos.

Para Barrenetxea, la edad en la que una mujer se encuentra en un momento de máxima fertilidad es en torno a los 27 ó 28 años, momento propicio para conservar sus óvulos jóvenes si decide esperar años para llegar a ser madres.

Este experto ha afirmado que la alta tasa de supervivencia de los ovocitos, superior al 90 por ciento, permite obtener tasas de embarazo muy próximas a las conseguidas mediante ovocitos frescos.

Además, ha defendido que esta técnica "no entraña más riesgo para la descendencia que el inherente a cualquier embarazo".

Desde 2008, cerca de mil mujeres han optado también por esta técnica en la Clínica Ginemed de Sevilla, donde el doctor Manuel Almazán ha destacado que un número importante de ellas pertenecen al Ejército, ya que al ser enviadas a misiones fuera de España, eligen esta opción para ser madres en el momento adecuado.

A ellas se suman las mujeres que vitrifican sus óvulos por indicación médica, ya sea por tratamientos agresivos o fármacos complicados, y un perfil de mujeres de profesión liberal (abogadas, empresarias...) que por su ritmo de trabajo paran momentáneamente su reloj biológico.

Desde Ginemed han insistido en que la vitrificación es una forma más segura y eficaz que la congelación clásica, pues evita la formación de cristales en el óvulo o el tejido que se quiere preservar para su uso posterior y que, tras la píldora, la vitrificación "es la segunda revolución en la elección de la maternidad".

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