La ventaja de cuatro golpes con la que contaban los españoles Miguel Ángel Jiménez y Pablo Larrazábal frente a Australia desapareció el sábado al lograr los australianos una tarjeta de 63 golpes, nueve bajo par, resultado con el que comparten el primer puesto tras la tercera ronda de la Copa del Mundo de golf.

Los españoles, que parecían inalcanzables tras lograr 63 golpes en los "foursomes" (golpes alternos a la misma bola) del viernes, lograron unos respetables 67 golpes el sábado, pero Richard Green y Brendan Jones les superaron, con lo que ambos equipos están empatados con 22 golpes bajo par.

"Fue un partido bueno, sólido", dijo Green, de 37 años.

"Jugamos bastante bien. Siempre supe que podíamos alcanzarlos, teníamos mucha confianza", añadió.

Larrazábal se mostró también confiado en el triunfo de España en la final del domingo

"No lo hicimos tan bien como en la primera ronda, hoy tuvimos más errores", dijo Larrazábal.

"Pero aún somos líderes, así que sabemos que si jugamos como ayer, vamos a ganar el torneo", añadió.

Robert Karlsson y Henrik Stenson, de Suecia, lograron un resultado de 66 golpes, para ascender al tercer puesto, cuatro golpes por detrás de los líderes, mientras que los alemanes Martin Kaymer y Alex Cejka son cuartos con 17 golpes bajo par, tras lograr hoy 68. Irlanda es quinta con un golpe más.

Todos los ojos están puestos ahora en la final, donde tanto España como Australia esperan tener un buen día para hacerse con su quinta Copa del Mundo. El formato volverá a los "foursomes" para la final del torneo, que reparte 5,5 millones de dólares en premios.