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Ban expresa preocupación por las tensiones en Irak y pide diálogo a las partes

EFE

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó este miércoles su preocupación porque la reciente tensión política en Irak pueda desembocar en una mayor inseguridad en el país, y urgió a las partes a seguir trabajando para resolver sus diferencias a través de "diálogo" y "compromisos".

"El secretario general apoya los llamamientos al diálogo político para hacer frente a los asuntos pendientes con un espíritu de asociación y unidad nacional", afirmó el portavoz de Ban, Martin Nesirky, en un comunicado divulgado en la sede central del organismo en Nueva York.

El portavoz aseguró que Irak empieza este año 2012 un "nuevo y prometedor capítulo en su historia" y dijo que para el secretario general los iraquíes tienen ante sí la oportunidad de "seguir fortaleciendo sus instituciones democráticamente elegidas y promover la paz y la estabilidad que beneficiarán al pueblo".

"Es esencial que las disputas políticas pendientes se resuelvan de forma que se respete la Constitución y sus principios de separación de poderes, el imperio de la ley y un sistema judicial independiente", añadió Nesirky.

Por último, dijo que la misión de asistencia del organismo en Irak (UNAMI) continuará su proceso de consultas con los líderes iraquíes y está lista para aportar cualquier ayuda que necesiten en este "momento crucial".

Irak está sumido en una crisis desencadenada el pasado 19 de diciembre por la emisión de una orden de arresto contra el vicepresidente suní, Tareq al Hashemi, por supuestos delitos de terrorismo, lo que originó el boicot de Al Iraqiya a las reuniones del Gobierno de unidad nacional, donde tiene ocho ministros.

El boicot de Al Iraqiya, la coalición política del ex primer ministro Ayad Alaui -que se impuso en las elecciones celebradas en marzo aunque no obtuvo los escaños suficientes para formar gobierno en solitario-, pone de nuevo en peligro los avances para el fortalecimiento de las instituciones democráticas iraquíes.

Junto a la tensión política, el país árabe también vive una crisis de seguridad que se ha exacerbado tras la retirada definitiva de las tropas estadounidenses y agudizado por una serie de atentados como la cadena de explosiones que causó más de 60 muertos en Bagdad el pasado 22 de diciembre.

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