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Los barones del PSOE rechazan una 'sucesión ordenada'

Advierten de que para decidir el relevo de Zapatero 'se tendrá que contar con los territorios'

GONZALO LÓPEZ ALBA

Si había alguna posibilidad de una sucesión ordenada de José Luis Rodríguez Zapatero, se ha visto abortada con lo ocurrido en las elecciones primarias de Madrid, que han puesto de manifiesto una 'pérdida de autoridad' del secretario general del PSOE que corre paralela a su desgaste como presidente del Gobierno, de modo que, aunque lo pretendiera, no podría resolver su relevo mediante el señalamiento de un delfín. Esta es la opinión mayoritaria entre los presidentes autonómicos y secretarios regionales consultados por Público, quienes advierten de que, cuando llegue el momento de elegir al sucesor, 'se tendrá que contar con los territorios'.

'La pelea no es contra Zapatero. Es entre otros, entre los que quieren controlar el partido y están tomando posiciones para cuando él se vaya', se señala ante los últimos episodios de división interna. Pero, según apuntan los interlocutores consultados, puede tratarse de un movimiento prematuro, y más después de que José María Barreda destapara la caja de los truenos al sugerir públicamente la retirada del líder socialista .

La mayoría opina que el presidente tendrá 'muy difícil' no repetir en 2012

'Nadie puede pretender que Zapatero diga ahora si se va a presentar en 2012. Sería un desvarío abrir ahora un debate para buscar el candidato que vamos a presentar dentro dos años cuando el partido ya está inmerso en un tiempo electoral con los comicios municipales y autonómicos de mayo', señala uno de los dirigentes que será candidato en 2011.

Nadie duda de que, inevitablemente, el debate se abrirá tras esos comicios y su orientación dependerá en parte de su resultado. En fuentes próximas al presidente del Gobierno se mantiene que no ha dado 'ninguna pista' sobre cuál será su decisión; es más, se cree que aún no la tiene cerrada.

Es en este contexto de incertidumbre en el que se ha alimentado la hipótesis de que, si se produce un fuerte retroceso en las elecciones de 2011 y las encuestas siguen reflejando un progresivo deterioro de la imagen de Zapatero, el presidente optaría por la retirada 'en bien del partido'.

Sería un escenario en el que se consolidara la tendencia a una mejor valoración de Mariano Rajoy, confirmando así la idea de que el presidente se ha convertido en 'un lastre' para su partido. Esto avalaría la tesis de que el PSOE podría ganar las elecciones de 2012 con otro candidato, a partir del análisis de que la forma en que Zapatero 'ha personalizado el poder, hace que también se pueda personalizar en él todo el rechazo'.

Ante este posible escenario, los nombres que se repiten desde hace tiempo en los ámbitos socialistas son tres: Alfredo Pérez Rubalcaba, José Blanco y Carme Chacón. Pero desde las federaciones del PSOE, sus líderes han lanzado otras dos alternativas: el extremeño Guillermo Fernández-Vara y el vasco Patxi López.

El entorno de Zapatero cree que aún no ha cerrado su decisión

La mayoría reconoce a Zapatero el derecho a tener las manos libres para 'decidir si se queda o no, y cuándo', y también opina que, tras dos legislaturas en el poder, 'ya no tiene una aspiración personal' de continuar en la Moncloa. Pero los barones del PSOE consultados por este periódico advierten de que, aunque no quiera, 'va a tener dificultades para no repetir como candidato en 2012'.

Los argumentos de fondo son variados. A la opinión de quienes sostienen que, a pesar de su desgaste, 'Zapatero sigue siendo el mejor activo del PSOE', se añade la de quienes pronostican que tendrá que 'inmolarse' en las urnas. Y otros alertan sobre la complejidad de un relevo que tendría que pasar por un periodo de bicefalia, ya que el candidato presidencial se elegiría antes del próximo congreso ordinario del PSOE y, por lo tanto, aun con otro candidato electoral, Zapatero seguiría siendo durante un tiempo el secretario general del partido. La alternativa sería la convocatoria de un congreso extraordinario.

Tras lo ocurrido en las primarias del PSOE de Madrid, la mayoría de los dirigentes consultados coinciden en que el relevo de Zapatero tendrá que surgir inevitablemente de 'un nuevo 35 Congreso'. Es decir, de un proceso de renovación al que concurran varios candidatos y que, de acuerdo con las normas internas, sería de primarias puras voto de los militantes si se elige antes el candidato electoral o indirectas si se eligiera antes al secretario general voto personal y secreto de los delegados en un congreso .

'Madrid ha sido la prueba del algodón. No tanto porque haya ganado Tomás Gómez, sino por su negativa a retirarse. Hace dos años no se habría atrevido a decirle 'no' a Zapatero, pero ahora es evidente que el presidente ya no tiene el predicamento que tenía antes', señala un veterano dirigente.

La opciones de Vara y Patxi López se añaden a Blanco, Rubalcaba y Chacón

También es evidente para Zapatero, quien, a pesar de las advertencias de Manuel Chaves para que no expusiera tanto su liderazgo, intentó hasta por tres veces que Gómez se aviniera a dejar paso a la candidatura alternativa de Trinidad Jiménez.

El error de no haberse resguardado más en este proceso ha sido asumido públicamente por el presidente, pero desde su entorno se insiste en que sólo se guió por el convencimiento de que el resultado de las elecciones en Madrid es de especial trascendencia para el PSOE y por las encuestas en las que Jiménez aventajaba sensiblemente a Gómez en las preferencias del electorado.

A pesar de que sus partidarios de primera hora se dividieron entre los dos aspirantes, fuentes próximas a Zapatero aseguran que no culpa a unos ni otros, sino que se ha reafirmado en que las primarias 'son el mejor método para dirimir liderazgos'.

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