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Una batalla por el liderazgo empresarial

Las mujeres luchan contra su entorno en su pugna por alcanzar más puestos directivos en el mercado laboral

CÉSAR FINCA

Cambiar las costumbres laborales lleva su tiempo, más incluso para las mujeres. Establecidas en el mercado laboral desde hace muchos años, muchas de ellas quieren llegar a lo más alto en el mundo empresarial. Al intentarlo se encuentran con la cruda realidad: hoy en día, las mujeres sólo ocupan el 8% de los puestos en los consejos de administración de las empresas cotizadas, según datos del supervisor, la CNMV. Hace tres años, el Parlamento aprobó en la Ley de Igualdad que el porcentaje debería llegar en 2015 al 40%. Queda, por tanto, mucho camino por recorrer.

La mujer es más reflexiva que el hombre a la hora de aceptar un ascenso

'Las cuotas no garantizan el puesto de trabajo ni deben hacerlo, pero, al menos, sirven como puerta de acceso', comenta Margarita de Cos, de WWF España. Junto con otras directivas y emprendedoras participó la semana pasada en un curso organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. El encuentro mostró cómo las mujeres tienen que superar hoy en día diferentes barreras para alcanzar un puesto directivo. La más notable es, para Margarita, su falta de visibilidad. 'La gente todavía se extraña cuando ve a una mujer en un consejo directivo', comenta, mientras clama por políticas que normalicen la situación. 'No se trata de ser feministas, sino realistas; no se puede desperdiciar la mitad del talento'. No en vano, el 70% de las empresas creadas por mujeres sobrevive por ahora a la crisis, según datos de las Cámaras de Comercio. Además, las empresas con mujeres al mando presentan menos pérdidas. Para Noelia Fernández, de Yahoo! Europa, esto se produce porque 'son más cautas y tienen una visión más de largo plazo'.

El entorno no es, de todas formas, el único lastre. Margarita explica cómo aparecen dudas en la mujer al presentarse una oportunidad. 'Son excelentes comerciales, pero no se creen a sí mismas como producto', comenta. La empresaria alude al llamado techo de cristal que les impide progresar en una compañía. Aunque, en ocasiones, no ascienden por decisión propia para conciliar su vida laboral y familiar, o por otros motivos. 'Los hombres se tiran con más facilidad a la piscina; las mujeres, en cambio, son más reflexivas y no confían a veces en sus capacidades', señala Noelia, que nota 'falta de ambición' en las mujeres empresarias.

Las empresarias piden más políticas que concilien trabajo y familia

A sus 38 años y con dos hijos, Noelia no tiene ningún problema para desempeñar su cargo. Su marido le ayuda con los niños, pero no ocurre lo mismo en otros hogares. 'Los hombres necesitan sentirse reconocidos, y el trabajo en casa no está valorado ni remunerado', explica. Según un estudio de Banesto, el 43% de las mujeres empresarias hacen solas las tareas del hogar, el 52%, se encarga de la compra, y el 37%, del cuidado de sus hijos.

'No se trata de compaginar, sino de involucrar a tu marido para poder rendir bien en la empresa', opina Margarita. Durante el seminario se comentó la necesidad de aplicar políticas de flexibilización laboral que ayuden a conciliar el trabajo y la familia. Desde su cargo, Noelia ve bien que, con las nuevas tecnologías, se pueda trabajar desde casa o gestionar la jornada según convenga para ser más productiva. 'Con siete horas es más que de sobra', sentencia.

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