El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, afirma que el plan de ajuste por valor de 54.265 millones de euros aprobado por el Senado, con el que se pretende sanear las cuentas públicas del país y alcanzar el equilibrio presupuestario en 2013, no debe ser reforzado en sus cifras.

Estas declaraciones de Berlusconi son un adelanto de una entrevista televisiva que se emitirá esta noche en el programa "Porta a Porta" del primer canal RAI1, conducido por el periodista Bruno Vespa, por el aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU.

"Considero que no (debe ser reforzado) porque este plan de ajuste ha sido elaborado por nosotros siguiendo las indicaciones del Banco Central Europeo (BCE)", dijo el jefe del Gobierno italiano, quien admitió que "el recorrido del plan de austeridad no ha sido fácil".

El Gobierno italiano, explicó, se dirigió al BCE "porque sentíamos que la especulación internacional venía contra nuestros títulos de deuda pública" y, finalmente, el plan de austeridad fue aceptado por el Banco Central Europeo, "con la condición de anticipar el equilibrio presupuestario de 2014 a 2013".

"Nos dijeron también -continuó Berlusconi- que debíamos hacerlo el viernes por la noche porque necesitaban dos días para convocar y escuchar a los gobernadores de todas los bancos centrales y, después, a los primeros ministros de todos los países, también porque el dinero del BCE es el dinero de todos los ciudadanos".

Reconoció que el plan "podría ser mejorado", pero señaló que, "una vez aprobado por el Senado, pasará al Congreso de los Diputados, que prevé dar el sí al proyecto de ley el martes o el miércoles de la próxima semana".

"Los mercados han tenido una respuesta y tras la aprobación del plan han mejorado mucho, a pesar de que luego han sucedido otras cosas que han afectado negativamente a todas las bolsas, incluida la bolsa italiana", indicó.

Berlusconi espera que, con la respuesta firme a las exigencias impuestas a Italia, se pueda superar esta difícil fase para la deuda pública del país, que sobrepasa el 120 por ciento del PIB.