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Blanca Oteyza afirma que "el verso hay que hacerlo verdadero"

Agencia EFE

Mientras se cuela en los hogares con la serie televisiva 'CLA No somos ángeles', Blanca Oteyza sufre, llora, ríe y se emociona con el verso de Lope de Vega en 'El perro del hortelano', su primera experiencia en el teatro clásico y a las órdenes del prestigioso director británico Laurence Boswell.

Robando horas de sueño y mucho esfuerzo, la actriz consigue desdoblarse en estos dos trabajos tan extremos, según explica en una entrevista a Efe con motivo de la llegada el 27 de septiembre al Teatro Albéniz de este montaje teatral de la compañía Rakatá, tras su paso por Alcalá de Henares, Salamanca, El Escorial, Avilés y Gijón.

Blanca Oteyza da vida a la protagonista, una Diana fuerte, con carácter y muy inteligente que se enamora del hombre equivocado para las convicciones de la época. 'Me impresionó que Lope de Vega pudiera describir en el siglo XVII a una mujer tan actual, que, sin embargo, pierde los papeles cuando conoce el amor', añade.

Es la primera vez que transita por el verso y el castellano del siglo XVII, y lo hace con un timón inigualable, el director asociado de la Royal Shakespeare Company y gran experto en el Siglo de Oro, Laurence Boswell.

Boswell estableció una nueva técnica de trabajo en la que todos partieron de cero -a pesar de que en el reparto hay actores muy avezados en estas lides- y les insistió hasta el último momento en una lección que Blanca Oteyza recalca y hace suya: 'el verso hay que hacerlo verdadero. Hay que pensar, sufrir y emocionarse y romper la barrera que lo separa del público. Tiene que salir de las entrañas'.

Blanca Oteyza, que no oculta la desazón que desata un estreno en Madrid, todavía se muestra sorprendida por cómo el director, sin conocer el idioma, entendía el sentido de las palabras de Lope a través de la musicalidad y la sonoridad de su verso.

'El perro del hortelano', un texto escrito en 1613 y llevado al cine por Pilar Miró en 1996, ha abierto a Blanca Oteyza a un mundo 'apasionante, inmenso y profundo del que no puede desprenderse desde hace meses', el teatro clásico, en el que se encuentra arropada por compañeros de reparto como Ernesto Arias y Lidia Otón -de la factoría Teatro de La Abadía- y el vestuario de Lorenzo Caprile.

La actriz tiene cinco cambios de vestuario -necesita un camerino junto al escenario- para representar a una condesa, vértice de un triángulo amoroso, cargado de envidia, celos, traiciones y honor.

Con filmes en su carrera como 'El Principio de Arquímedes' u 'Octavia' y series como 'A tortas con la vida', este trabajo teatral -al que espera más gira- supone su regreso a las tablas después del éxito de público y crítica que tuvo su anterior propuesta, 'Hoy: El diario de Adán y Eva, de Mark Twain', que produjo y representó durante años en Argentina y en España junto a su marido, el actor argentino Miguel Angel Solá ('Fausto 5.0', 'Plenilunio' o 'El alquimista impaciente').

Generosa y sincera en sus respuestas, Blanca Oteyza se emociona cuando recuerda lo duro que ha sido el último año debido al accidente que sufrió Solá, del que ahora se recupera con rehabilitación y voluntad y que supuso el fin de la gira de este exitoso montaje.

Oteyza y Solá (que ahora graba una serie) llevan siete años en España después de vivir en Argentina, donde él es una institución y ella no paraba de trabajar.

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