Nuevo ímpetu en la política de vivienda. El ministro de Fomento, José Blanco, se estrenó ayer con una comparecencia en el Congreso de los Diputados como responsable máximo de la cartera que dirigía Beatriz Corredor, ahora secretaria de Estado de Vivienda. Y lo hizo con varias medidas, entre las que destacan las que buscan volver a a atraer la inversión extranjera al mercado inmobiliario español con el fin de reducir parte del stock de pisos sin vender, entre 600.000 y un millón, según las diferentes estimaciones.

Bajando el stock se terminaría de reestructurar el sector inmobiliario y se reactivaría el crédito, ahora en cotas bajas. Con estos planteamientos, Blanco va a crear una comisión en la primera quincena de enero para evaluar las medidas que ya planteó su antecesora en esta cuestión y para seleccionar 'paquetes de vivienda y suelo susceptibles de ser ofertados en el mercado nacional e internacional'. No es descartable que se pueda ampliar la base de los potenciales inversores a fondos de inversión, más allá de los ciudadanos británicos y alemanes que siguen comprando, pero menos, casas en la costa para pasar su jubilación.

Blanco conmina a promotores y banca a vender pisos y no retenerlos

En esta comisión permanente se sentarán representantes de los promotores y también de bancos y cajas, que tienen en su poder más de 100.000 pisos (algunas estimaciones hablan de más de 200.000), para buscar una solución al stock que impide que la construcción de viviendas arranque y cree empleo.

En paralelo, el ministro emprenderá una 'ronda informativa internacional' para atraer inversores extranjeros a principios de 2011. Con ello, el ministro quiere dar garantías a estos compradores de que adquirir una casa en España es plenamente seguro en términos jurídicos. Esta seguridad ha sido cuestionada, principalmente, por algunos periódicos británicos. Una de las medidas que Blanco anunció ayer para reforzarla consistirá en que 'cuando se inicie un expediente por ilegalidad de la licencia, no perjudique al comprador', salvo cuando el expediente conste en el Registro de la Propiedad.

Culpa al PP de 'la burbuja inmobiliaria que ahora sufrimos'

El otro gran objetivo económico de Blanco en vivienda es reactivar la creación de empleo. En esta cuestión, pocos cambios. Recolocar parte de los parados procedentes de la edificación de casas a través de la rehabilitación seguirá siendo la apuesta principal. A juicio del ministro, 'es una palanca contra el desempleo aún más potente que la obra civil, al generar el doble de puestos de trabajo'.

La actividad en rehabilitación ya creció un 5% en septiembre y Fomento intentará impulsarla con medidas como facilitar 'al máximo' la financiación para que se puedan lograr préstamos 'con un tipo de interés tan atractivo como la hipoteca, pero con una tramitación tan sencilla como un crédi-to personal', dijo el ministro.

Reduciendo el stock se generaría empleo, pero el Estado tiene una capacidad de intervención 'limitada', señaló Blanco, y apeló a promotores y banca a poner su parte: bajar más los precios en los tipos de vivienda y de suelo 'en los que el exceso de oferta es más evidente'. Les instó, asimismo, a que vendan activos ya porque los tiempos en los que 'podían ser retenidos, únicamente para especular, no van a volver'. Y añadió que 'por ello puede ser un error retrasar decisiones de venta'. Las entidades financieras y, en menor medida, los promotores, están guardando lo mejor de sus carteras a la espera de que los precios vuelvan a subir.

Otro de los grandes anuncios del ministro fue una nueva línea del Instituto de Crédito Oficial (ICO) que, con fondos del Banco Europeo de Inversiones (BEI), financie la promoción de vivienda protegida de alquiler a 25 años.Además, Blanco anunció para febrero una Ley de Calidad y Sostenibilidad del Medio Urbano para potenciar la rehabilitación. También potenciará la Sociedad Pública de Alquiler (Spa), que ya busca inquilino a 7.900 viviendas de entidades como Santander, la CAM, La Caixa y Bancaja. El próximo día 17, la Spa firmará otro convenio con Caja Madrid.

La intervención de Blanco tuvo una fuerte carga política. Conminó a las comunidades autónomas a aportar sus propios recursos para vivienda y les avisó de que las que no hayan justificado el dinero transferido por el Estado para ayudas a vivienda verán recortada su partida.

El ministro insistió en que cumplir el déficit es un objetivo prioritario e inexcusable. No se anduvo con remilgos y culpó al PP de que 'su milagro económico fue una gigantesca burbuja inmobiliaria' y 'ahora estamos sufriendo sus consecuencias'. Les acusó de promover un crecimiento económico 'dopado' con el boom inmobiliario y de 'tener la sensibilidad social en la punta de la lengua' cuando no gobiernan.

A CiU, ganador en las elecciones catalanas, Blanco le tendió la mano. Analizará su propuesta de hacer un concurso para sacar 25.000 pisos en alquiler y crear 63.000 empleos.