La imagen de dirigentes del PP y BNG juntos, rubricando la defensa de la ley de cajas, no significa que se haya abierto una tregua en la labor crítica de los nacionalistas al Gobierno de Alberto Núñez Feijóo. El líder del Bloque, Guillerme Vázquez, insiste en que seguirán su tarea de "única oposición" en la actualidad en Galicia.

"Tiempo perdido" es la frase que Vázquez eligió, en entrevista con EFE, para definir el casi un año de legislatura desde los comicios de marzo de 2009, independientemente del acuerdo alcanzado con el PP y con los agentes sociales en defensa de la ley que el Gobierno decidió recurrir.

Preguntado por la alianza en la firma del manifiesto en defensa de la galleguidad de las instituciones financieras supone una tregua en la labor de oposición del BNG al Gobierno de Núñez Feijóo señaló: "Para nada", e insistió en que fue su organización la que propició este acuerdo.

Se mantendrán "exactamente igual que venimos haciendo hasta ahora: somos conscientes de ser la oposición al Partido Popular y, en este momento, creo que la única oposición aquí en Galicia, y como tal seguiremos ejerciendo", manifestó.

Ante las acusaciones de victimismo respecto a la polémica de la ley de cajas del líder del PSdeG, Pachi Vázquez, consideró que son "infundadas" porque, "como país sí somos víctimas de una agresión del Gobierno central" y, con el manifiesto, "respondemos a esa agresión clarísima".

Preguntado a qué atribuye la actitud del PSdeG, Vázquez respondió que, "simplemente, obedece las órdenes de Madrid, no tiene política propia ni voluntad de ejercer un mínimo de galleguidad, no tiene voluntad, simplemente sigue lo que le marquen de Madrid".

En todo caso, también negó que la polémica de las cajas puede abrir una brecha entre el PSOE y el BNG e insistió a este respecto que su fuerza tiene su propia política e ideología, lo que les lleva a poder coincidir o no con otras fuerzas.

También fue crítico con el líder socialista en relación a su propuesta de retomar el Estatuto para aumentar las competencias de Galicia porque no se puede plantear una reforma "como tapadera de otras cosas", si bien insistió en que el BNG es la primera fuerza en impulsar una nueva carta, que no deje a Galicia "un milímetro" por debajo de las otras nacionalidades históricas.

Por otra parte, Guillerme Vázquez consideró que el PP y el Gobierno de Feijóo han dedicado sus esfuerzos esta legislatura a "desacreditar" lo hecho por el anterior Ejecutivo, sin poner en marcha ninguna otra para resolver los problemas de Galicia y en asuntos como la ley de cajas ha ido "a rebufo" del BNG.

En el último año, también han cambiado las cosas en el BNG, al suceder Guillerme Vázquez a Anxo Quintana como portavoz nacional. Preguntado por si cree que ya se ha asentado el liderazgo, Vázquez apuntó que tuvo "asiento desde el primer momento".

Sobre si cree que el BNG puede volver a ilusionar a su electorado, consideró que resulta "evidente que estamos en forma política, recuperando la confianza de mucha gente".

En el Bloque "podemos hacer una buena orquesta donde cada uno toca el instrumento que le corresponde", manifestó Guillerme Vázquez, quien desmintió que sea la UPG quien tiene mayor poder en su organización. "También dicen que las meigas haylas", bromeó el dirigente nacionalista, para quien el BNG está compuesto por miles de personas que deciden democráticamente y luego "hay leyendas de todo tipo, pero las leyendas, leyendas son".

Respecto de la polémica del gallego en la educación, consideró que, por primer vez, un Gobierno gallego, "pretende legislar contra nuestro idioma" y, tras la respuesta de "miles y miles de personas" en la calle y el pronunciamiento en contra de numerosas instituciones, Feijóo, tiene ahora el problema de "salir de este atolladero" en el que se metió en campaña para buscar "réditos" electorales.

"Ahora, ya empezamos a ver una cesión, una marcha atrás, aunque es más formal que real, en los planteamientos iniciales", afirmó Vázquez.

En la entrevista, Vázquez rechazó las continuas alusiones del PP al fracaso de los gobiernos de coalición de BNG y PSOE en la Xunta y en los ayuntamientos, ante lo que puso el ejemplo de las diferencias entre el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón y la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre; o incluso "entre el PP de Ourense y el resto.