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Boicot a los productos escoceses por la liberación del terrorista de Lockerbie

La decisión de dejar en libertad a Megrahi ha desatado una polémica en Reino Unido que salpica de nuevo al primer ministro Brown

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El Gobierno británico ha tratado por todos los medios de hacer como si nada hubiera pasado después de que Escocia liberara el pasado viernes a Abdelbaset Ali al-Megrahi, el terrorista libio acusado del atentado e Lockerbie, pero no lo ha conseguido. Basándose en su deteriorado estado de salud (tiene cáncer de próstata) el ministro de Justicia escocés, Kenny MacAskill, dio el visto bueno a su traslado a Libia con el consentimiento del primer ministro británico. Pero esto ha desatado una corriente muy crítica tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos.

La consecuencia más visible de la repercusión que ha tenido al otro lado del Atlántico es la aparición de una página web, boycottscotland.com, que propone un boicot a los productos escoceses y de todo el Reino Unido. Según la web, ésta es una manera de lanzar un 'aviso claro del enfado de los norteamericanos por la decisión' de dejar libre a Megrahi.

El 21 de diciembre de 1988 un avión de la compañía Pan Am explotó a los 38 minutos de despegar de Londres. En el atentado murieron los 259 pasajeros del avión, más once personas que estaban en el lugar en el que cayó el aparato. Megrahi fue acusado y condenado a cadena perpetua en el 91 y todo el asunto de Lockerbie se tradujo en una serie de nuevas sanciones para Libia.

21 años después, Londres decide liberarlo y dejarlo que vuelva a Libia para morir. Lo que en un principio era una liberación por motivos humanitarios ha dado lugar a una serie de especulaciones de todo tipo. Y lo peor es que Londres no ha sido capaz ni de defenderse ni de desmentirlo convincentemente. A lo sumo ha echado balones fuera y ha cargado con todo el muerto al gobierno escocés.

El pasado viernes, cuando el líder libio Muamar Gadafi fletó un avión para recoger a Megrahi en Escocia, algunos medios empezaron a hablar de los supuestos acuerdos petroleros que el Reino Unido habría conseguido por el gesto. Y lejos de quedarse en una nueva estrategia de la oposición conservadora para seguir minando la imagen de los laboristas, aparecieron las primeras voces discordantes desde Washington.

El presidente norteamericano, Barack Obama, calificó el jueves la decisión de 'tremendo error'. Y Tanto el jefe del FBI, Robert Mueller, como el principal oficial del Ejército norteamericano, Mike Mullen, criticaron al Reino Unido dando a entender que lo único que había detrás de la puesta en libertad de Megrahi era una 'decisión política'.

Gadafi recibe a Megrahi a su llegada a Trípoli.AFP

Pero quizá lo que más ha escocido tanto en las islas como en EEU fue el recibiemiento que Gadafi le dio a Megrahi a su llegada a Tripoli. Ya el viernes, cuando veía la que se le venía encima, el primer ministro británico, Gordon Brown, envió una carta personal a Gadafi pidiéndole discreción. Dicho y hecho. Megrahi fue recibido como un héroe de Estado. Con un fuerte abrazo, el líder libio dio la bienvenida al terrorista a su país mientras miles de personas lo celebraban por las calles de la capital.

El siguiente paso para MacAskil, pero también para Brown, llegará este mediodía. El ministro escocés deberá comparecer ante el parlamento de Edimburgo para explicar todos los detalles de la liberación de Megrahi y determinar si ha habido o no presión de Londres. Al menos sí hubo cierta predisposición.

El pasado viernes se supo que Brown le comunicó en persona a Gadafi durante la ciumbre del G-8 en Italia a principios de julio, que Megrahi podía ser liberado . En esa reunión, 'breve' según Downing Street', el premier británico le dijo a Gadafi que llegado el caso, el recibimiento debería ser 'familiar' y no un acto público como finalmente ha resultado.

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