La Bolsa de Madrid cerró el viernes con una bajada algo más pronunciada que el resto de las principales bolsas europeas, despidiéndose de la cota de los 7.000 puntos en un mercado nuevamente presionado por los dos grandes bancos españoles.

"El sistema financiero sigue presionado en una jornada en la que hemos seguido la estela bajista de Nueva York", dijo un analista de un banco portugués en Madrid, que agregó que el descenso se produjo en una jornada sin apenas volumen.

El principal factor externo que presionó al conjunto de los mercados internacionales fue una destrucción mayor a la esperada del desempleo de Estados Unidos en febrero. La tasa de paro se situó con el 8,1 por ciento en su nivel más bajo en 25 años.

En Madrid, BBVA cayó un 3,69 por ciento y Santander cedió un 2,36 por ciento.

Operadores dijeron además que las noticias de que General Motors y General Electric no puedan afrontar sus pagos pesaron de forma adversa en el ánimo de los inversores.

El índice Ibex-35 bajó un 1,27 por ciento a 6.936,9 puntos tras perder el jueves un 4,51 por ciento.

En la semana, el índice selectivo se ha depreciado casi un 9 por ciento.

En tanto, el índice general de la Bolsa de Madrid perdió un 1,3 por ciento 730,14 unidades.

Telefónica, el valor de mayor ponderación en el Ibex-35 con un peso del 27 por ciento, bajó un 1,04 por ciento a 14,31 euros.

Otro peso pesado, Iberdrola, cayó también un 2,55 por ciento a 4,59 euros.

Entre los valores más castigados de la sesión figuraron empresas de segunda fila como SOS Cuétara, La Seda, Sol Meliá y CIE Automotives, los únicos cuatro con recortes superiores al 10 por ciento.

De los valores que integran el Ibex-35, las empresas más castigadas de la sesión fueron Telecinco y Abengoa, con descensos superiores en ambos casos al cuatro por ciento.