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Bomberos y entrenadores

Zapatero da un paso al frente en las situaciones de urgencia

ERNESTO EKAIZER

La intervención de José Luis Rodríguez Zapatero dirigida a apagar la fogata mediática atizada con el tema de las descargas de Internet es el último de los incidentes que ha confirmado a los miembros del Gabinete una percepción que parece inapelable: el presidente concibe su acción política como un bombero que da un paso al frente en las situaciones de urgencia. Como estos hechos urgentes son cada vez más regla que excepción, el presidente se ha deslizado hacia el oficio de apagafuegos, tanto de fogatas fortuitas o de incendios provocados.

Toda la cháchara sociológica sobre el presidencialismo de Zapatero choca contra una realidad: si Zapatero actuase realmente, el presidente del club gubernamental sentiría la falta de un gran entrenador o entrenadora. Pero hasta ahora no ha sido así. Con todo, la necesidad tiene rostro de hereje y este puede aparecer después de la presidencia española de la Unión Europea, en junio de 2010.

El PSOE ya perdió unas elecciones después de la recesión de 1993

Las próximas elecciones generales de marzo de 2012, de aquí a dos años largos, van a celebrarse en medio de una recuperación anémica de la economía española. No se trata de un acertijo. Se debería dar por hecho por una razón simple: la naturaleza autóctona de una gran parte de la crisis (burbuja inmobiliaria y elevado endeudamiento de familias, empresas y bancos). Por más que el entorno ayude, y ello todavía es discutible, la digestión de la propia crisis será necesariamente prolongada. La recuperación se hará presente en términos estadísticos generales, pero el paro seguirá subiendo, con menor intensidad, a pesar de ella.

El Partido Socialista ya perdió unas elecciones después de la recesión de 1993 y en un momento, 1996, en el cual la recuperación estaba en camino, pero en aquella cita electoral pasaron factura, además de la crisis económica y un paro elevado, la percepción generalizada de los españoles de que el Gobierno de Felipe González había perdido todas sus constantes vitales tras 13 años en el poder. Fue, después de la victoria socialista in extremis de 1993, prácticamente una entrega.

Pero es que cuando se apunta a la crisis económica y sus efectos sobre las elecciones generales de 2012 se suele omitir esa misma influencia, y otras, claro, sobre los comicios autonómicos en España, cuyo calendario comenzará en Cataluña como máximo en noviembre de 2010 y seguirá en la mayor parte de las regiones (con la excepción, si no hay sorpresas, de Galicia, País Vasco, Andalucía y la incógnita de Baleares) y ciudades en mayo de 2011. Aunque el PP ha ganado las del 27 de mayo de 2007, una nueva y más contundente victoria conservadora en 2011 generaría una dinámica de bola de nieve sobre las generales de 2012.

Una nueva victoria del PP en 2011 generaría una bola de nieve

El 9 de marzo 2008, Zapatero demostró en las unas que, a pesar del fracaso de la negociación con la banda terrorista ETA, el PSOE podía salir airoso. Pero ETA era, como más tarde se iba a demostrar, una verruga en la situación política española. Ni la crisis económica ni su negación por el Gobierno y su presidente a lo largo de casi siete meses, ni más de cuatro millones de parados ni un largo proceso de estancamiento económico y ajuste son equiparables al problema de ETA. Y por si fuera poco, como si se tratase de un anuncio publicitario de venta de un producto, tampoco lo son el Estatut y la crisis del Tribunal Constitucional en torno a la sentencia, y otros problemas que habrá que tener en cuenta, algunos fijos, como pueden ser los crecientes compromisos militares del Gobierno español en la guerra de Afganistán y sus consecuencias, y otros eventuales o aleatorios.

Y ya se sabe que a perro flaco (Gobierno) todo son pulgas: Alakrana, secuestro de cooperantes en Mauritania por un presunto comando de Al Qaeda en el Magreb Islámico, cambio de modelo en RTVE, Estatut de Catalunya, caso Haidar, la virulencia de la patronal en la Conferencia Empresarial 2009, descargas en la Red

Con ser un acontecimiento que ocurre cada 23 años, la presidencia española que comienza el 1 de enero próximo difícilmente podrá ser una fuente de agua excepcional para la filosofía del bombero en la actividad del presidente del Gobierno. En cambio, esa presidencia puede continuar con un impulso si Zapatero se aplica a seleccionar un entrenador o entrenadora a partir de junio de 2010, con la mirada puesta en las elecciones autonómicas y municipales primero y las generales después.

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