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'Borgen', un iluminador viaje al interior de la política

MARÍA JOSÉ ARIAS


Un programa de televisión. Una pregunta incómoda a tres días de las elecciones. Y una candidata que se moja en su respuesta. La campaña acaba de dar un vuelco. Así arranca Borgen, serie danesa de culto que llega a España con cuatro años de retraso -se estrenó en 2010- con un episodio doble que promete hacer las delicias de los aficionados a las ficciones políticas con más que un ligero parecido con la realidad. Desde este sábado, a partir de las 22.30 horas, en Canal+ Series.

Creada en 2010 por Adam Price y escrita por Gjervig Gram y Tobias Lindholm, Borgen es una producción danesa que ha conseguido traspasar sus fronteras para convertirse en serie de culto en países como Estados Unidos (donde el género político está en alza) y Reino Unido. Muy en la línea del mito de la televisión El ala oeste de la Casa Blanca, esta producción nórdica se introduce en el backstage de la política. Borgen versa sobre los intereses ocultos, el poder de los medios, los tejemanejes más sucios y cómo los votantes deciden apostar por una cara nueva, la de Birgitte Nyborg (Sidse Babett Knudsen), premiándola con el sillón de mando del castillo de Christiansborg, más conocido como Borgen.

La serie arranca con un piloto que se sitúa a tres días de la votación, con los pactos de gobierno más o menos cerrados y el Primer Ministro en la cuerda floja. Borgen centra gran parte de su atención en ella, la mujer que ha venido a romper con el bipartidismo. Nyborg se presenta como un política fiel a sus convicciones, con buenas intenciones y el firme propósito de renunciar al juego sucio de sus enemigos para dar al pueblo los gobernantes que se merecen. Un emotivo discurso final en un debate televisivo la coloca en el punto de mira de los daneses a pocas horas de abrirse las urnas. No sin la ayuda, eso sí, de un escándalo del actual Primer Ministro de por medio, Lars Hesselboe, destapado por el líder de la oposición ante millones de espectadores.

Nyborg, como si del Quijote se tratase, tendrá que luchar con el resto del mundo para mantener sus ideales a flote y a su familia, porque, además de dirigir los designios de la nación, debe afrontar el reto de compaginarlo con un marido y dos hijos. A su lado, un asesor, Kasper Juul (Pilou Asbaek), con muchos menos escrúpulos que ella que fue capaz de ofrecer a espaldas de su jefa una información sensible conseguida de una forma poco honrosa al líder de la oposición con tal de ver caer al Primer Ministro y aumentar las opciones de su candidata.

La serie de Gjervig Gram explica cómo se hace política con unas tramas más cercanas al público europeo que en El ala oeste o House of Cards al centrarse la acción en Dinamarca. A la izquierda, los laboristas. A la derecha, los conservadores. Educación, economía, sanidad, inmigración, instituciones europeas... son temas que se tratan a lo largo de las tres temporadas ya emitidas por la televisión danesa. En España, la primera temporada arranca este sábado 6 de diciembre, día desde el que estará colgada en Yomvi al completo para quienes estén dispuestos a verla en versión original subtitulada.

Como toda serie centrada en la política, no pueden faltar los periodistas y la influencia que los medios pueden tener en las decisiones de sus gobernantes. Quienes tengan a Dinamarca por un espejo en el que mirarse, quizá cambien de opinión al ver Borgen. 'Esa idea ingenua de que una nación está gobernada por su pueblo. El pueblo no gobierna nada. Un pequeño circulo privilegiado de personas gobierna Dinamarca. Empresas, periodistas y políticos. Mientras sea parte de ese círculo, pueden llamarlo como quieran'. Así ve la democracia uno de los personajes más cínicos de Borgen.

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