Brasil adoptará un plan para reducir la destrucción de la selva amazónica del país en un 70 por ciento en los próximos 10 años, dijo el lunes un miembro del Gobierno, que por primera vez ha fijado una meta de deforestación.

La iniciativa figura en el Plan Nacional de Cambios del Clima que anunciará el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, según declaró a Reuters un responsable del Ministerio de Medio Ambiente.

"Es la reducción de gases de efecto invernadero del planeta más importante hoy", dijo Tasso Rezende de Azevedo, director general del Servicio Forestal Brasileño.

La meta de reducir la destrucción de la Amazonía brasileña en un 70 por ciento para 2018 se basará en el promedio de deforestación registrado en los 10 años hasta 2005, de 19.500 kilómetros cuadrados.

"Podemos adoptar metas porque ahora tenemos los instrumentos para implementarlas", dijo Azevedo en referencia al nuevo fondo para la Amazonía, que está atrayendo donaciones extranjeras para la conservación del mayor bosque tropical del mundo.

La semana pasada el Gobierno dijo que la deforestación en la Amazonía se incrementó un 3,8 por ciento desde el año pasado, perdiendo una superficie igual a la de 10 ciudades del tamaño de Río de Janeiro, en momentos en que los altos precios de las materias primas llevaron a agricultores y madereros a talar más árboles.

Fue el mayor avance sobre la selva desde 2004. El anuncio del nuevo plan coincide con la conferencia sobre clima de las Naciones Unidas en Poznan, Polonia.

La destrucción de la Amazonía ha hecho de Brasil uno de los mayores emisores mundiales de los gases que causan el efecto invernadero.

En ocasiones anteriores Brasil se ha negado a adoptar metas hasta que los países ricos, que causan la mayor parte de las emisiones, ofrezcan más ayuda para proteger los bosques tropicales en los países en desarrollo.

Noruega dio a Brasil un voto de confianza este año al anunciar que sumaría 1.000 millones de dólares al fondo.