Son una de las bandas del momento. Y se lo creen porque pueden: en cuatro años han pasado de actuar en familia en España, a irrumpir en grandes espacios, como el Palacio de los Deportes de Madrid o el Pabellón Olímpic de Badalona el pasado mes de marzo. El bajista, Mark Stoermer, explica que arrastran con orgullo influencias de todos los grupos más conocidos de los años ochenta y noventa. Estarán en Benicàssimcon su último disco, Day and Age, el cuarto desde sus inicios, en 2004.

El grupo nació casi por casualidad.

Como todas las buenas bandas. Dave [Keuning, guitarra] puso un anuncio en el periódico buscando gente para formar un grupo con influencias del Brit Pop en general. Brandon [Flowers, voz y teclados] lo leyó y se sintió muy identificado porque no había mucha gente en Las Vegas interesada en ese tipo de música. Luego entramos Mark (yo) y Ronnie [Vannucci Jr., batería y percusión], que fue cuando nació realmente el grupo. Dave y Brandon tenían escrita ya alguna canción, como Mr. Brightside. Empezamos a componer en serio entonces y logramos el primer contrato en Reino Unido. El resto es historia.

¿Todos los miembros comparten las múltiples influencias?

Hay elementos musicales que nos gustaban a todos y que teníamos clarísimos:Oasis, The Cure, Depeche Mode, todas esas bandas de los ochenta. Pero cada uno tiene influencias diferentes. El sonido de The Killers surge de los aportes que dejaba cada grupo encima de la mesa.

En Las Vegas los consideraron poco menos que bichos raros...

Nuestro sonido era poco habitual en Estados Unidos y no lograron cogerle el gustillo. En Gran Bretaña sí vieron la oportunidad de hacer algo grande de The Killers.

¿Qué le parece el FIB?

Antes veníamos a España a locales más pequeñitos. Ahora conocemos los grandes espacios y cerramos aquí, como cabezas de cartel del mayor festival del país. Es muy gratificante tener una parroquia aquí que ha experimentado nuestro crecimiento como banda.