El piloto inglés Jenson Button volvió a poner en curso su carrera en la Fórmula Uno el lunes, cuando el nuevo equipo Brawn GP comenzó sus cuatro días de ensayos en el circuito de Montmeló.

Pese a haber participado en el breve estreno del nuevo monoplaza en Silverstone el viernes, Button no ha estado al volante desde noviembre, antes de que Honda anunciara que abandonaba la categoría debido a la crisis financiera.

El fabricante japonés dijo la semana pasada que había vendido su escudería a Ross Brawn, el ex director del equipo Honda y técnico de Ferrari.

El equipo de la compañía asiática, que tenía sede en Reino Unido, tuvo una pésima temporada el año pasado. Button sumó apenas tres puntos en 18 carreras.

Sin embargo, los directivos esperan dar un gran paso adelante en el rendimiento este año, y Brawn señaló que después de que Honda anunciara su retirada el nuevo coche se consideró un potencial ganador de carreras.

Brawn indicó el viernes que el equipo esperaba tener un "respetable" inicio de temporada el 29 de marzo en Australia.

Las primeras señales fueron alentadoras, ya que Button -que aceptó un recorte de salario para seguir en la F1- consiguió buenos tiempos en las 20 vueltas que completó durante las dos horas que duró la sesión de ensayos.

La vuelta más rápido que dio el inglés el año pasado en Montmeló fue de 1:22,353, mientras que el lunes hizo una media de 1:22,414.

Los camiones del equipo aparcaron en los alrededores del circuito de Cataluña mostrando el nuevo nombre en medio de colores negro, blanco y amarillo.

Brawn también estuvo presente en el ensayo de Barcelona, acompañado por el padre de Button, John.

Mercedes -socio de McLaren- reemplazó a Honda como proveedor de motores, y se cree que el nuevo coche V8 contará con alrededor de 60 caballos de fuerza más que el que Button utilizó el año pasado.