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Cajasur y Unicaja desbloquean el proceso de fusión in extremis

Sus presidentes alcanzan un 'principio de acuerdo' sobre el plan de negocio

FERNANDO VICENTE

Con la espada de Damocles de la intervención del Banco de España pendiendo sobre la cabeza de Cajasur, la negociación para la fusión con Unicaja se ha desbloqueado in extremis. Los presidentes de la caja de la Iglesia y de Unicaja, Santiago Gómez Sierra y Braulio Medel, respectivamente, alcanzaron un acuerdo durante una reunión mantenida en la sede de la caja malagueña.

'Las cúpulas directivas de Unicaja y Cajasur han alcanzado un principio de acuerdo sobre el Plan Estratégico de Negocio de la fusión', decía el escueto comunicado conjunto enviado por ambas entidades pasadas las 22.00 horas. El acuerdo será sometido hoy a votación en los consejos de administración de ambas entidades, convocados para las 21.30 horas.

Este principio de acuerdo saca el proceso del atolladero en que se había metido con la actitud numantina de la Iglesia y el ultimátum del Banco de España a Cajasur para que alcanzase un acuerdo. El martes se cumplía el plazo de cinco días que el Banco de España dio a Gómez Sierra para que aceptase los términos de la unión con la entidad malagueña.

El punto más polémico era el despido de 988 trabajadores de Cajasur

El punto más polémico del plan de negocio, elaborado por Boston Consulting, era el despido de 988 trabajadores de Cajasur, lo que había provocado la rebelión de la entidad cordobesa. Cajasur habría aceptado finalmente los términos del plan de negocio con alguna flexibilización a la hora de aceptarlo y algún retoque terminológico.

Cajasur se resistió durante buena parte del día. Finalmente la reunión dio sus frutos, a la espera de que los consejos de administración aprueben el contenido del acuerdo. De haber mantenido Cajasur su postura, el gobernador debería haber anunciado la intervención de la entidad o explicar qué cambio se había producido para no hacerlo, una decisión compleja y más en el actual estado de las relaciones de la Iglesia con el Gobierno.

En el trasfondo de todas las tensiones están, de hecho, las resistencias de la Iglesia a ceder poder en la caja durante el proceso de fusión, algo inevitable en un matrimonio financiero en el que Cajasur es la caja pequeña y la que arrastra los problemas económicos.

El tamaño tiene sus inconvenientes. Los dos principales bancos españoles, Santander y BBVA, han alcanzado un peso suficiente a nivel mundial como para que los reguladores teman por las consecuencias de que uno de ellos caiga. Por eso necesitan una vigilancia especial. Son las dos únicas entidades españolas que aparecen en el listado de las 30 instituciones financieras mundiales, entre bancos y aseguradoras, para las que se recomienda una supervisión internacional especial al representar “riesgo sistémico”, según ‘Financial Times’. El listado, que ha sido elaborado bajo los auspicios del Consejo de Estabilidad Financiera, creado este verano por el G-20, pide a las entidades incluidas que elaboren “testamentos”, es decir, hojas de ruta para liquidar la entidad de forma organizada en caso de crisis. En el listado aparecen seis aseguradoras y 24 bancos, entre los que se incluyen Goldman Sachs, JPMorgan, Morgan Stanley, Bank of America, Citigroup, HSBC, Barclays, Royal Bank of Scotland y Standard Chartered.

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