En la historia de la CAM, el mes de julio tiene especial incidencia. En 2008, se convirtió en la primera caja en cotizar en Bolsa a través de sus cuotas participativas, instrumentos similares a las acciones, pero sin derechos políticos. En tres semanas, en concreto, el próximo 1 de julio, operará como banco. Precisamente, la conversión en banco es una de las obligaciones que establece el nuevo decreto de reordenación financiera para que las entidades puedan recibir ayudas públicas. En el caso de la CAM, estas no aparecerán hasta que el Banco de España cuente con una valoración de la caja alicantina, dato que se conocerá en los próximos días, cuando la auditora Ernst&Young finalice la due diligence (radiografía de las cuentas) que lleva semanas efectuando de la entidad. La cuantía definitiva del FROB, actualmente cifrada en 2.800 millones, dependerá del éxito de las negociaciones actuales con varios inversores.

Hasta entonces, la caja presidida por Modesto Crespo tiene varios otros frentes abiertos como la composición del consejo directivo de Banco CAM. Su dibujo definitivo quedará resuelto cuando la caja reciba las ayudas públicas del FROB a lo largo del mes de julio. Desde la propia entidad no se descarta que buena parte del equipo directivo actual, que ha puesto a la entidad al borde de la intervención, pueda sentarse en el consejo de Banco CAM. En cuanto a sus cuotas participativas, la CAM, que tenía las opciones de amortizarlas o convertirlas en acciones, ha decidido conservarlas en la estructura de la caja. Así, las cuotas dejarán de cotizar y únicamente repartirán dividendos si el nuevo banco tiene beneficios.

Por otra parte, Julio Segura, presidente de la CNMV, criticó ayer el monopolio que las tres grandes agencias de rating ejercen sobre el sector. Sobre las salidas a Bolsa de las cajas, aseguró que 'el proceso de Bankia es clave'.