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Cameron reclama más medios para las tropas

Los tories rompen el consenso sobre la guerra de Afganistán

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

El número de helicópteros británicos en Afganistán se ha convertido en la excusa elegida por el líder de los conservadores, David Cameron, para castigar al Gobierno de Gordon Brown. Hasta ahora, los tories se habían mostrado muy discretos en sus críticas a la estrategia militar en Afganistán por ese principio no escrito de la política británica por el que la oposición no hace sangre en ciertos asuntos, como la lucha antiterrorista y la política de Defensa. Esa tregua parece haber terminado.

Cameron fustigó ayer la carencia de helicópteros y pidió más medios: 'Es un escándalo que las tropas no tengan el número suficiente de helicópteros para trasladarse por el país', dijo en el Parlamento, animado por los titulares de la prensa conservadora. Tanto el The Daily Telegraph, de forma más mesurada, como el The Daily Mail, que utilizó en su primera página la palabra 'traición', habían acusado a Brown de obligar a los soldados a luchar en condiciones intolerables.

Brown se defendió en la Cámara en un pleno dedicado a la cumbre del G-8, pero en el que todos esperaban que el asunto clave fuera Afganistán. El primer ministro negó que su Gobierno esté regateando el dinero. Destacó que el número de helicópteros se ha incrementado en un 60% en los últimos dos años y que, al aumentar las tripulaciones y mejorar el mantenimiento, las horas de vuelo lo han hecho en un 84%.

En total, el Reino Unido se gastó 700 millones de libras (800 millones de euros) en 2007 en la guerra de Afganistán. Dos años después, los fondos para ese fin llegan a los 3.000 millones (3.500 millones de euros).

El aumento de la tensión política se debe al elevado número de bajas sufrido por el Ejército británico en las últimas dos semanas. Quince soldados muertos en ese tiempo demuestran que los británicos no han avanzado mucho en la pacificación de Helmand, donde a la amenaza de los insurgentes se une la de los traficantes de opio. Lo cierto es que ninguno de los soldados caídos en este mes se habría salvado con más helicópteros. Casi todos murieron en emboscadas contra patrullas a pie, el único modo de controlar las zonas recuperadas a los talibanes.

Brown alardeó en el Parlamento de que las Fuerzas Armadas británicas están 'mejor equipadas ahora de lo que lo han estado en los últimos 40 años'. Los conservadores y los liberales demócratas lo niegan, y cuentan con la cobertura que dan las opiniones de varios generales retirados.

El problema para Brown es que en su época de ministro de Hacienda no hizo excepciones con los militares al imponer la disciplina presupuestaria. Lo que entonces se consideró un acierto, ahora puede volverse en su contra.

Un país dividido
Una encuesta de ‘The Guardian’ y la BBC ha dado un cierto respiro al Gobierno de Brown. La guerra de Afganistán no es muy popular, pero al menos el aumento de bajas no ha hecho que se convierta en una causa perdida. La opinión pública está dividida: un 47% está contra la guerra y un 46%, a favor. Pero el apoyo a la guerra ha aumentado desde 2006, cuando sólo era del 31%.

Retirada
El compromiso no es a largo plazo. Un 60% quiere la retirada de las tropas ahora o, como mucho, dentro de seis meses. Un 40% está dispuesto a esperar hasta 2011 o el tiempo que sea necesario.

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