Amina Filali. Ese es el nombre de quien podría pasar a la historia de Marruecos. Siempre que su propia historia sirva para concienciar a los parlamentarios de su país. Y para ello, la asociación Avaaz.org ha lanzado una nueva campaña de recogida de firmas con la que espera que un millón de personas insten al primer ministro marroquí, Abdelilah Benkirane, a reformar el Código Penal para que la historia de Amina no vuelva a repetirse.

Amina tenía 16 años. Fue violada y obligada por un juez a casarse con su violador. Porque en Marruecos, el castigo al agresor queda perdonado —en caso de que la víctima sea menor de edad— si éste acepta casarse con ella. Así lo determina, según Avaaz.org, el artículo 475 del Código Penal, 'según el cual un violador puede ahorrarse el juicio y una larga condena si acepta casarse con la víctima', detalla la comunidad activista online. 

A ella no sólo no le preguntaron su opinión, sino que la única vía de escape que encontró para despertar de su 'pesadilla' fue la del suicidio.

Tras el escándalo y ante la presión de activistas locales y de numerosas plataformas internacionales, el Gobierno marroquí se comprometió —siempre, según los promotores de la campaña— a revisar esta normativa. Además, el Ejecutivo 'lleva desde 2006 prometiendo que va a aprobar una legislación integral para frenar la violencia contra las mujeres y a eliminar el artículo 475, pero nada ha cambiado', denuncia el colectivo. 'Mientras tanto, se han seguido destrozando las vidas de niñas y jóvenes', añade.

Ahora, en cambio, la Cámara Baja está a punto de votar un proyecto de ley en el que 'las cosas están avanzando en la dirección correcta'. La votación podría llevarse a cabo 'esta misma semana', por lo que Avaaz apura sus oportunidades de 'hacer presión' ante el Parlamento marroquí para 'rendir tributo a Amina', para que 'su tragedia no vuelva a repetirse', concluyen.