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Camps acusa al PSOE de querer verle "boca abajo en una cuneta"

El portavoz socialista, Ángel Luna, dice que el presidente valenciano es presa de su 'enajenación'. El dirigente del PP pidió, horas después, tímidas disculpas

SERGI TARÍN

Delirio y crispación. Entre esas dos orillas discurrió la sesión de control a Francisco Camps celebrada ayer en las Cortes valencianas. Tras una intervención dura de Ángel Luna, portavoz parlamentario del PSPV-PSOE, por la relación de Camps y su Gobierno con la trama Gürtel, el president le espetó: 'A usted le encantaría coger una camioneta, venirse de madrugada a mi casa y por la mañana aparecer yo boca abajo en una cuneta'. Luna se abrió paso entre la atronadora ovación de la bancada conservadora para contestarle: 'El otro día hablaba de su enajenación política. Hoy [por ayer] casi me tendría que replantear el adjetivo'.

A partir de este momento, la sesión se convirtió en un careo entre Luna y Camps. El portavoz socialista empuñó la querella que presentó este lunes su partido contra la cúpula del PP valenciano, los cabecillas de la Gürtel y cinco empresarios que, según un informe de la Brigada de Blanqueo de Capitales, habrían financiado irregularmente al PP valenciano. 'La querella les ha puesto de los nervios. Afortunadamente hay instituciones del Estado, como el Poder Judicial, que está por encima de ustedes y de su poder', explicó Luna tras advertir que el PP utiliza sistemáticamente su mayoría absoluta para impedir que la oposición acceda a los expedientes de contratación pública con estas empresas.

Los socialistas denuncian que el PP quiere «amordazar» a la oposición

Camps, en efecto, se mostró indignado con la querella, que calificó de 'osadía que raya la ilegalidad'. Y fue más allá. Acabó utilizando las empresas de la Gürtel como escudo: 'Espero que vaya casa por casa de cada uno los 10.000 trabajadores de esas entidades. Cada adjudicación que por culpa de sus palabras y sus querellas no llegue a empresas de la Comunidad Valenciana será su responsabilidad', aseguró, para luego defender que los contratos con la trama se hicieron ajustándose a la ley.

Luna se revolvió en su escaño: 'Por suerte no estamos en el régimen que a usted le gustaría tener: callada y amordazada la oposición, formando parte de su sistema corrupto'. El portavoz del PSPV dio por muerto y derrotado el Gobierno de Camps. Ya no sirve, porque ha desprestigiado la política regional. 'El orgullo de ser valenciano no está en hacer grandes eventos sin calcular el coste, está en tener instituciones que funcionen respetando la ley y dirigentes respetables'. El 'orgullo' se devuelve, apuntaló, con querellas como la que han presentado.

Camps afirma que se dedica «todos los días» a combatir la corrupción

Camps agotó su turno aseverando que la corrupción 'va directamente adherida a la palabra socialista'. 'Nosotros la combatimos todos los días y yo a la cabeza', afirmó.

Ya por la tarde, el president rectificó a su manera. Se disculpó por si había 'herido la sensibilidad de alguien' con unas palabras proferidas 'al calor del debate parlamentario'. A renglón seguido, exigió al PSOE que pida perdón por los 'insultos e infamias' que han vertido sobre él en los últimos meses. Y añadió que sería 'bueno' que 'a partir de ahora' Gobierno y oposición comenzasen 'una época y una etapa diferente'. Es decir, que el perdón lleve aparejado pasar página de la Gürtel.

La andanada de Camps, por la mañana, sorprendió. El president, hasta ahora, se había negado a dar explicaciones de sus vínculos con la trama y, todo lo más, había respondido a la prensa de forma casi irreal: 'Son ustedes muy amables y agradables', dijo a los periodistas el 26 de octubre, cuando arreciaba la guerra con la cúpula nacional del PP por no haber destituido a su número dos en el partido, Ricardo Costa. Unas semanas antes, había declarado, en referencia a la sima abierta con Mariano Rajoy: 'En el PP nos apoyamos todos, que es lo importante, estamos todos muy contentos, y eso es muy bonito'.

Les Corts no han tenido acceso a los contratos con la trama Gürtel

La gravedad de las invectivas de Camps causó desconcierto incluso entre sus filas. Rafael Blasco, portavoz del PP en Les Corts, justificó a su jefe así: 'Lleva muchas comparecencias resistiendo y aguantando una serie de descalificaciones'. Luna estuvo 'provocador', argumentó.

Los socialistas manifestaron sentir 'vergüenza' de la 'deriva que está alcanzando' el jefe del Consell, arrastrando a su grupo y desatando la 'confrontación entre los valencianos', subrayó el portavoz adjunto en la Cámara, Ximo Puig. También terció la Ejecutiva federal del PSOE. Leire Pajín, secretaria de Organización, acusó al president de haber 'perdido el juicio'.

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