Se celebró al término de los discursos de inauguración de la Conferencia Política y duró poco más de media hora. El candidato electoral del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se reunió anoche con todos los secretarios regionales para pedirles que se esfuercen al máximo en poner a punto la organización y en activar todo su potencial durante los 48 días que restan de campaña electoral. A la reunión asistieron también la directora de la campaña, Elena Valenciano, y el vicesecretario general, José Blanco.

La Conferencia Política se abrió marcada por un ambiente depresivo, con todos los cuadros dirigentes mirando de soslayo al fatídico número 125, el número de diputados que estableció el suelo electoral del PSOE en 2000, con Joaquín Almunia de candidato. No obstante, los más veteranos se esforzaban en los pasillos por insuflar ánimo, si no de victoria, sí al menos de combate. 'Cuando se fundó el PSOE, pasaron 31 años antes de que tuviéramos un concejal', recordaba uno de estos veteranos dirigentes, evocando el tiempo que transcurrió hasta que Pablo Iglesias obtuvo un acta de edil por el Ayuntamiento de Madrid.

Griñán: 'Estamos convocados a coger el toro por los cuernos'

El presidente del último bastión socialista, el andaluz José Antonio Griñán, al que se encomendó la dirección de la Conferencia, hizo un doble llamamiento a los congregados en el cónclave: 'Estamos convocados a coger el toro por los cuernos, y también al orgullo, no sólo por lo que hemos hecho sino por lo que aún tenemos que demostrar que somos capaces'.

En las conversaciones de pasillos predominaban las preguntas sobre el futuro personal de quienes se iban encontrando, a la vista del ERE de las listas electorales. 'Hemos dado un espectáculo', reconocía un dirigente que no será candidato al Congreso ni al Senado.Se refería a la forma en que han acaparado la mayoría de los puestos de segura elección quienes detentan cargos orgánicos y/o han perdido puestos institucionales con la hecatombe de las elecciones municipales y autonómicas de mayo.

También a la forma en que el Senado se prefigura como un 'Valle de los Caídos' del PSOE, ya que allí va a recalar un nutrido grupo de expresidentes autonómicos y secretarios regionales, que en su mayoría dejarán de serlo cuando se celebren los congresos territoriales que seguirán a las elecciones generales.