La capilla ardiente de la pianista española Alicia De Larrocha, fallecida el viernes a la edad de 86 años, ha sido instalada el domingo en el Palau de la Generalitat de Barcelona y estará abierta al público hasta las 18:00.

Alicia de Larrocha, una niña prodigio considerada por muchos como la mejor pianista española de la historia, murió la noche del viernes en la clínica Quirón de Barcelona.

El cuerpo de la barcelonesa permanecerá en el Salón Sant Jordi del Palacio de la Generalitat, como corresponde a todos las personalidades que ostentan la Medalla de Oro de la Generalitat, que la pianista recibió en 1983.

"Fue una extraordinaria embajadora para España", dijo la ministra de Cultura Ángeles González-Sinde, en un comunicado de prensa tras la muerte de la pianista.

El presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, también lamentó la muerte de la catalana asegurando que "Cataluña ha perdido una persona muy importante para el país y para la música".

De Larrocha comenzó sus conciertos a los seis años y continuó tocando hasta después de cumplir los 80. Tocó con las principales orquestas del mundo, ganó muchos premios Grammy por sus grabaciones y fue conocida por sus interpretaciones de Mozart, Schumann y de varios compositores españoles.

Su defensa del repertorio español, en especial de los trabajos para piano de Isaac Albéniz y Enrique Granados, ayudaron a que las audiencias se familiarizaran con una música que, desde entonces, ha crecido enormemente en popularidad.

"La música española es muy, muy difícil. Debe tener el ritmo adecuado, igual que Bach y Mozart también deben tener el ritmo adecuado", afirmó una vez la artista.