El español Carlos Sainz (Volkswagen Touareg), que lidera el rally internacional Ruta de la Seda, aseguró hoy a Efe que la etapa de hoy ha sido una de las más duras de su vida.

"Hubo de todo: desierto, dunas y estepa. La navegación fue muy complicada. Tengo posibilidades de ganar el rally, pero nunca se sabe. Hay una trampa en cada esquina", dijo Sainz en conversación telefónica.

Sainz, que recuperó hoy el primer puesto tras perderlo la víspera, explicó el accidente que sufrió el líder del rally, el sudafricano Giniel De Villiers.

"Íbamos agrupados De Villiers, Al Attiyah y yo. El sudafricano volcó y nos paramos para ayudarle a salir del coche e intentar arrancar su Volkswagen, pero éste estaba demasiado dañado", dijo.

El piloto español considera "normal" el hecho de que se bajara del coche para "socorrer" al accidentado y el que la organización le descontara el tiempo que perdió en asistir a su compañero de equipo.

"Aprietas un botón antes de bajarte para que la organización sepa el tiempo que pierden en prestar asistencia", dijo.

Sainz cruzó la meta de la quinta etapa entre las ciudades de Volgogrado y Astraján (446 kilómetros de especiales) en segunda posición a 4 minutos y 7 segundos del estadounidense Mark Miller, que también conduce un Touareg.

No obstante, la organización concedió al español la victoria después de que éste se bajara del coche en medio de la etapa para ayudar a De Villiers, cuyo coche volcó tras caer en una zanja.

Por esa razón, a Sainz le descontaron 5 minutos y 55 segundos, con lo que se llevó la etapa con un minuto y 53 segundos de adelanto sobre Miller.

De Villiers, que se encuentra en perfecto estado, al igual que su copiloto, sufrió el accidente en el kilómetro 324, en medio de una zona de dunas, y se vio obligado a abandonar la carrera.

Ahora, es Sainz quien encabeza la clasificación general de la carrera con 13 minutos y 15 segundos de ventaja sobre Al Attiyah y más de 38 sobre Miller.

El equipo Volkswagen decidió repetir participación en este rally con el fin de preparar el Dakar, después de que Sainz se hiciera con la victoria en ambas carreras la pasada temporada.

"El equipo consideró que sería un buen test. Es bueno para mí y para el coche. No es bueno estar sin competir desde enero con vistas al Dakar", dijo.