Público
Público

Casa Blanca intenta rebajar polémica con Iglesia católica por anticonceptivos

EFE

La Casa Blanca intentó hoy quitar importancia a la polémica que le ha enfrentado con la Iglesia católica tras emitir una norma que obligaría a las instituciones de esta confesión a ofrecer métodos anticonceptivos a sus empleados.

En declaraciones a la cadena de televisión MSNBC, el asesor de la campaña de reelección de Obama David Axelrod indicó que la Casa Blanca podría estar abierta a un diálogo sobre la cuestión.

"Desde luego, no queremos coartar las libertades religiosas de nadie, así que vamos a buscar una manera de avanzar que ofrezca a las mujeres la atención preventiva que necesitan y respetando las prerrogativas de las instituciones religiosas", dijo.

Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, indicó que la Administración colaborará con las organizaciones religiosas "para ver si la aplicación de la norma se puede hacer de modo que se responda a algunas de las preocupaciones".

Anunciada por la secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, el pasado 20 de enero, la norma, que se incluye dentro de la reforma del sistema sanitario, obliga a hospitales, colegios y entidades sociales católicas a ofrecer un plan de salud a sus empleados que contemple la planificación familiar y, en concreto, métodos para el control de la natalidad.

Sí están exentas de dar esta cobertura las parroquias.

La medida, que entrará en vigor en 2013, ha despertado el rechazo de los católicos y del Partido Republicano, pero también de protestantes evangélicos y de grupos vinculados incluso a legisladores demócratas.

El candidato presidencial republicano Mitt Romney, dijo el lunes que Obama está pisoteando la libertad religiosa, al exigir que algunos empleadores religiosos tengan que incluir en los planes de salud de sus empleados un servicio para controlar la natalidad.

La jerarquía católica está muy molesta y hace diez días los obispos de más de 140 diócesis repartieron en las homilías una carta de rechazo a la norma gubernamental.

"Nunca antes en la historia de EEUU el Gobierno federal ha forzado a los ciudadanos a adquirir lo que viola sus creencias", ha dicho el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, para quien la medida promueve la "esterilización".

Con la polémica sobre la mesa en plena contienda electoral de cara a los comicios del 6 de noviembre, el peligro para las perspectivas del presidente Barack Obama reside en las interpretaciones de la norma como una intromisión en la libertad religiosa en un país que presume de fomentar las libertades individuales.

Según el último censo, en 2010 había en EEUU más de 77 millones de católicos, lo que equivale a una cuarta parte de la población total.

En las elecciones de 2008 Obama tuvo más apoyo de los votantes de esta confesión, en gran parte por los votos de los latinos católicos, que su entonces rival republicano, John McCain.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias