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Una caseta con estufa podría haber salvado a Rachid

Un trabajador murió asfixiado en su coche mientras vigilaba una obra

PATRICIA RAFAEL

El 10 de enero de este año, Rachid Chentouf, marroquí de 23 años, trabajaba como vigilante en una obra de Getafe (Madrid). Cuando empezó a caer la noche la temperatura bajó considerablemente. Como había hecho otras veces, el joven se metió en el coche de un compañero y quemó unas brasas en un recipiente para poder aguantar el frío. Así entraba en calor y a la vez podía vigilar que nadie se adentrara en el recinto. A la mañana siguiente lo encontraron muerto dentro del vehículo.

La autopsia certificó que Rachid murió asfixiado por una intoxicación de monóxido de carbono. Y aunque en un principio la empresa para la que vigilaba trató de hacer pasar la muerte por un suicidio, la Inspección de Trabajo certificó después que la causa última de que el joven tuviera que calentarse dentro de un coche fue la falta de un lugar adecuado de trabajo, según consta en un informe emitido en junio de este año.

Ahora un juez investiga lo sucedido y tanto los familiares de Rachid como los servicios jurídicos de CCOO Madrid, que denunciaron el caso, confían en que la muerte llegue a juicio y se depuren las responsabilidades por las irregularidades que detectóel inspector.

En el momento en el que se produjo el accidente, la obra (cuyo contratista principal era Acciona Infraestructuras S. A.) carecía de una caseta de control y vigilancia con sistema de calefacción y ventilación adecuados, algo que la empresa está obligada a proporcionar por ley. De hecho, en el plan de Seguridad y Salud del recinto se recoge que los operarios 'dispondrían de una caseta para realizar sus labores de vigilancia'. Sin embargo, la caseta sólo se habilitó 10 días después de la muerte de Rachid.

Para justificarse, los responsables de la obra -que consistíaen la construcción del Parque Tecnológico de Getafe, promovido por la Comunidad de Madrid- explicaron entonces que el trabajador disponía de las llaves de los vestuarios. Pero, tal y como certificó el inspector, desde ahí el joven no podía controlar lo que ocurría en el recinto porque la visión es 'nula'.

'Además, dicha caseta dispone únicamente de un asiento corrido de tablas de madera y sin respaldo, por lo que aunque es válido para uso temporal es totalmente rechazable desde el punto de vista ergonómico para ser utilizado como puesto habitual de controlador', escribió el inspector.

El informe continúa: 'Por tanto, la falta de un local con condiciones de trabajo adecuadas para desempeñar sus labores se revela como la causa última motivadora de que el accidentado dispusiera del vehículo prestado y que montara un dispositivo manifiestamente inadecuado, inseguro y peligroso para poder darse calor'. La ausencia de esta caseta supuso a Acciona una sanción de 40.985 euros por una falta grave.

El responsable de Trabajo no sólo dio cuenta de las circunstancias de la muerte de Rachid, sino que también dejó por escrito un informe enviado al Ministerio del Interior por posible intrusismo de Fortraser S. L, empresa que contrató al joven. En el escrito, el inspector explica que esta compañía debe realizar 'trabajos de vigilancia y seguridad en la obra en horas nocturnas y días festivos'.

Pero, según detalla el inspector, Fortraser está constituida como empresa de servicios de limpieza, conservación de edificios y servicios de conserjería. La Inspección también acusa a esta empresa de pagar a sus empleados 'unas cantidades bajísimas al no serles de aplicación el convenio de empresas de seguridad privada ni aplicarningún otro'.

Mustafá Chentouf, hermano mayor de Rachid, dice que, tras el accidente, la empresa les llamó varias veces. Pero pasado el tiempo paró. 'Les llamé una vez, pero el teléfono ya no existía', dice. Mientras, su madre y sus tres hermanos, que residen en Madrid, esperan la llegada del juicio.

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