En un intento de salir al rescate de las empresas aquejadas por falta de liquidez, el ejecutivo catalán aprobó ayer una línea de avales de 500 millones. La Generalitat dirigirá prioritariamente las ayudas al sector auxiliar de automoción y a actividades que emplean más mano de obra.

El Govern pone como condición para poder acceder a los avales que las empresas presenten un plan de viabilidad, que valorará un equipo integrado por miembros de las consellerias de Economía, Innovación y Trabajo. El Instituto Catalán de Finanzas determinará el importe de los avales, que llegarán a las empresas como muy tarde en febrero, aseguró ayer la consellera de Trabajo, Mar Serna. También se destinarán 15 millones a los centros de investigación para que diseñen nuevos productos dirigidos a la automoción y cinco millones para anticipar y reducir el impacto de despidos y cierres.

La medida urge para los empresarios. El presidente de Pimec, Josep González, criticó ayer que las medidas de liquidez anunciadas por Zapatero no están llegando a las empresas. "Los empresarios se están empezando a enfadar", y añadió que no descarta "una manifestación" de la patronal. González, que auguró ajustes de empleo, reclamó un cambio en la Ley de Morosidad para reducir el aplazamiento de pagos. Según un estudio de Pimec, una rebaja de los plazos de 90 a 30 días supondría una reducción de los costes financieros anuales de 1.100 millones de euros para la pequeña empresa.

La Cámara de Comercio de Barcelona también insistió ayer en que la necesidad de liquidez en las empresas ha pasado de ser "una urgencia a una necesidad vital".