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La CE propone dar libertad a los países para decidir si cultivan o no los OGM

EFE

La Comisión Europea (CE) propuso hoy cambiar las políticas sobre los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) con el fin de dar más libertad a los Gobiernos para que decidan si permiten o prohíben cultivarlos en su territorio.

El Ejecutivo comunitario presentó una propuesta para que los Gobiernos tengan "responsabilidad total" sobre la plantación de transgénicos, aunque siempre en el caso de aquellos OGM que cuentan con permisos de la UE, según fuentes comunitarias.

El proyecto de Bruselas no cambia el sistema actual de autorización de OGM, pero una vez que un producto es aprobado para su cultivo, la CE quiere dejar libre al país para que elija plantarlo o, por el contrario, para vetarlo.

Sin embargo, si un transgénico es legal a escala comunitaria, un Gobierno comunitario no podrá impedir su importación ni su comercialización.

En la actualidad, la UE sólo permite la siembra de dos tipos de OGM: el maíz MON810 y la patata Amflora para usos industriales no alimentarios; por otro lado, autoriza la venta de 17 transgénicos para alimentos o piensos, tales como variedades de remolacha, soja, algodón y maíz.

España es el país de la UE con más superficie de OGM, con un 80% de las plantaciones de maíz transgénico y una extensión nacional que ronda las 76.000 hectáreas.

Por el contrario, aplican salvaguardas contra el cultivo de transgénicos: Francia, Grecia, Alemania, Luxemburgo, Austria y Hungría.

Asimismo, la CE planteó más flexibilidad en las llamadas reglas sobre "coexistencia", que evitan que en las zonas donde se cultivan transgénicos haya "contaminación indeseada" de restos de ese OGM en otro tipo de fincas, como las de agricultura ecológica o convencional.

Esto significa que los países también tendrán más margen para restringir los OGM en algunas de sus regiones.

El comisario europeo de Sanidad, John Dalli, manifestó que con estas propuestas la CE cumple sus promesas sobre la modificación de las reglas sobre OGM.

Bruselas admite que el motivo de este cambio es la lentitud que hay en la actualidad a la hora de autorizar OGM en la UE, porque no hay mayoría suficiente de países para aceptarlos.

Pero recalcó que la propuesta no va a acelerar los permisos, si bien la CE desearía que se acabaran los vetos nacionales y que los países reconsideraran sus "salvaguardas", porque podrían recurrir restricciones a escala regional, según fuentes comunitarias.

Desde que en 2004 se levantara la moratoria contra la aprobación de nuevos OGM, todos los expedientes han sido autorizados unilateralmente por la CE, porque no había una mayoría de países ni a favor ni en contra.

El proyecto de hoy deberá ser aprobado por el Consejo de ministros de la UE y por el Parlamento Europeo (PE).

Algunos países ya han opinado sobre la propuesta y, por ejemplo, España indicó que no está satisfecha porque cree que nacionaliza las políticas sobre OGM, que a su juicio deben ser comunitarias.

Por razones contrarias, Francia y otros países que aplican vetos a su cultivo se han opuesto, pues exigen más controles.

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