La central nuclear de Santa María de Garoña tendrá permiso para realizar una parada de recarga en 2011, lo que permitiría a la instalación funcionar incluso más allá del 6 de julio de 2013 en el caso de que se revocara la última decisión del Gobierno y se alargara hasta 2019.

Fuentes de la empresa Nuclenor, propietaria de la instalación nuclear, han reiterado su intención de "tomar las medidas legales necesarias" para que se corrija la orden ministerial emitida esta semana y se conceda a la instalación una prórroga hasta el año 2019, tal como había solicitado Nuclenor y autorizado el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Las mismas fuentes han precisado que su principal punto de atención en este momento es el anexo a la orden ministerial en el que se recogen las condiciones que establece para la prórroga hasta 2013 el CSN y el calendario para su ejecución.

Tras el primer informe del CSN favorable al alargamiento de la explotación durante diez años, el Ministerio de Industria encargó tres nuevos informes al organismo técnico que vela por la seguridad nuclear en España para los supuestos de 2, 4 y 6 años de alargamiento de vida útil.

Fuentes de Nuclenor aseguran que no se conocen los detalles del informe del CSN para el supuesto de alargamiento de la explotación por cuatro años, por el que finalmente se ha decantado el Ministerio de Industria.

Una vez se conozca en detalle el anexo, los técnicos y responsables de Nuclenor deberán determinar si pueden cumplir con el calendario de mejoras y si la inversión que requieren mantiene una expectativa de rentabilidad.

Una respuesta negativa a cualquiera de las dos premisas provocaría o la renuncia de Nuclenor a la explotación, que tendría que notificar esta decisión con un año de antelación, o un previsible informe negativo del CSN al mantenimiento de la explotación que sería vinculante para el Gobierno y provocaría el cierre de la central nuclear.