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El Centro Gallego de México cumple cien años con Núñez Feijóo como testigo

EFE

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, fue testigo hoy de la celebración de los cien años del Centro Gallego de México, creado hace un siglo para unir a lo que se ha convertido en una influyente comunidad en el país.

Feijóo presidió una cena de gala de centenares de gallegos, ellas con traje largo y ellos de etiqueta, que se celebró en la actual sede del Centro Gallego, en el barrio de Roma, en un gran salón y bajo una brillante lámpara de araña.

"Es un placer y una honra estar como gallego y formar parte de Galicia en esta jornada", afirmó en un discurso Feijóo, que llegó el jueves por la noche a México para asistir a esta conmemoración y reunirse con autoridades mexicanas y grupos de empresarios.

El Orfeón Gallego, precedente del Centro Gallego, fue creado el 24 de septiembre de 1911 en un tienda que se llamaba "La Ciudad de Buenos Aires", donde se juntaron a las 19 personas de origen gallego para crear una asociación.

El coro que se fundo entonces buscaba, "por medio de sus sentidas composiciones (...), recordar a la patria Chica, dentro siempre del respeto y obligación a la patria Grande", según dice el acta de fundación de la asociación.

Tuvo diferentes nombres hasta que en 1948 se constituyó en la razón social actual, presidida desde el 2002 por Luis Piñeiro Gil.

El presidente del Centro Gallego, en su discurso, recordó los orígenes de la institución y dijo que los gallegos de hace un siglo decidieron crearla "porque la morriña les invadía" y querían "mantener viva su cultura y sus tradiciones".

Posiblemente no imaginarían los diecinueve gallegos de hace un siglo que, cien años después, los 15.000 originarios de esa región que ahora viven en México se han convertido en una de las comunidades más influyentes en sectores de la economía local.

El Centro Gallego en México tiene actualmente 4.500 socios, la tercera parte de la colonia de esa región.

Los empresarios gallegos en México, afirmó en el mismo acto el embajador de España, Manuel Alabart, son un ejemplo de tenacidad.

"Galicia y los gallegos habéis sido aquí grandes embajadores, así como en el resto de Iberoamérica", agregó el embajador.

Antes de que comenzara la cena de gala, Feijóo depositó en una "cápsula del tiempo" una serie de fotografías de la comunidad gallega en México que quedarán en un recipiente sellado que sólo será abierto dentro de medio siglo.

En la cena de gala, adonde los invitados entraron por un pasillo hecho por jóvenes con trajes regionales, Feijóo honró a los gallegos que emigraron "con la maleta casi siempre vacía de enseres, pero repleta de sentimientos".

"Los gallegos recompusieron su Galicia en México (...). Os cabe ser artífices de dos grandes milagros que se hermanan con vosotros: el milagro mexicano y el milagro de la persistencia gallega", agregó.

El presidente de la Xunta, que mañana regresa a España, expresó su agradecimiento a los representantes de la colonia por su participación "en el engrandecimiento de España, que se ha convertido en una de las mayores naciones".

En un discurso en castellano con algunos pasajes en gallego, Feijóo hizo un homenaje a quienes le precedieron en la presidencia de la Xunta, y especialmente a Manuel Fraga, quien ocupó ese cargo durante 16 años.

Hizo votos "para que dentro de cien años otro presidente de la Xunta venga aquí y se dirija a la comunidad gallega".

Pero el presidente del Centro Gallego fue más allá, y pidió a todos los presentes que se anotaran en sus agendas que, dentro de cien años, deben juntarse en el mismo lugar para celebrar el segundo centenario de la institución.

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