Iñaki Dufour

Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, tomó el mando de la gestión deportiva con dos primeros frentes: la destitución hoy mismo de Abel Resino y la búsqueda del nuevo entrenador, una vez que Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado, decidiera limitar sus funciones en esa parcela.

Ahora, las decisiones finales de aspectos deportivos corresponden a Cerezo, con lo que queda atrás la 'bicefalia' de anteriores épocas con él y Gil Marín, quien continúa como máximo accionista del club y consejero delegado, aunque se centrará en otras parcelas de la gestión de la entidad, alejado de las decisiones deportivas.

Cerezo ya ha tomado el mando de la gestión deportiva. Lo ha hecho con la destitución de Abel Resino, cesado hoy de su cargo por los malos resultados del equipo -una victoria en los últimos diez encuentros oficiales-, y con las negociaciones para la búsqueda de nuevos técnicos junto a Jesús García Pitarch, director deportivo.

El presidente del Atlético, al contrario que en anteriores ocasiones cuando fue Gil Marín el que tomó las decisiones en la parcela deportiva -la más reciente la contratación de Abel el pasado mes de febrero en sustitución del mexicano Javier Aguirre- ha llevado junto a Pitarch las conversaciones para el nuevo técnico.

Lo hizo ayer para la contratación del danés Michael Laudrup, con quien conversó sin éxito durante este jueves; también para valorar la posibilidad del italiano Luciano Spalletti, una opción que fue descartada anoche; y en las últimas horas para la posible llegada de Quique Sánchez Flores al banquillo del Atlético de Madrid.

El club rojiblanco negocia estas horas con Manuel García Quilón, representante del ex técnico de Getafe, Valencia y Benfica, aunque el agente, que se trasladaba hoy a Madrid para esas conversaciones, declaró a EFE que "no hay nada cerrado sobre que Quique Sánchez Flores sea ya entrenador del Atlético de Madrid".

En las próximas horas parece claro que el Atlético de Madrid tendrá ya confirmado al sustituto de Abel, si bien no parece lógico que, con tan pocas horas y sin entrenamiento previo alguno, se siente ya en el partido liguero de mañana ante el Real Mallorca, donde estará Santi Denia, hasta ahora ayudante del destituido.

Pero tampoco se descarta que, para evitar distracciones del equipo ante un partido ante el equipo balear que resulta importante para empezar a salir de la crisis, no sea hasta después del choque liguero cuando oficialmente se haga público el nombre del nuevo técnico.