El desfile por vez primera en solitario de las diseñadoras Alma Aguilar y Carmen March, así como el estreno de la presencia internacional a cargo de la brasileña Gloria Coelho fueron los protagonistas de la tercera jornada de Pasarela Cibeles.

La diseñadora madrileña Alma Aguilar ha sido la encargada de arrancar con una colección en la que calle y costura están muy marcadas en unas prendas románticas y modernas que pueden vestir a la princesa hippie del siglo XXI.

Muy femeninos han sido sus abrigos "neovagabundos" bordados a la espalda y con incrustaciones de lentejuelas, y sus vestidos con fruncidos en mousseline doble de seda, crepe satín de seda y chiffon de seda.

Bajo la inspiración de los años setenta y ochenta en Nueva York, la firma Ailanto, creada por los hermanos vascos Iñaqui y Aitor Muñoz, quienes han negado que vayan a dejar de trabajar, han configurado una colección muy urbana.

Ailanto se ha inspirado en la actriz Faye Dunaway y la película "Los ojos de Laura Mars" para una colección masculina, con tejidos que mezclan texturas y se decoran con estampados de flores y cuadros. La tela vaquera ha estado muy presente, especialmente en anchas bermudas con laterales abiertos.

El madrileño Javier Larráinzar ha apostado fuerte por el pantalón, tanto en ancho pata de elefante como en pitillo con talle alto, así como por las prendas trabajadas con jaretas, tablas y bordados de pedrería. Los colores se sucedían entre el crudo o el gris y otros más chillones y eléctricos. Para la noche, la seda, el raso y el terciopelo envuelven a una mujer muy elegante, sofisticada e incluso atrevida.

Carmen March presenta para el próximo otoño-invierno una colección inspirada en el mundo de los insectos. Paños de lana, neoprenos y sedas estampadas con amplios volúmenes, a modo de caparazones y alas de mariposa, se declinaban en el frambuesa, mora, castaña, azul y antracita.

Han llamado la atención los vestidos de la diseñadora mallorquina, extremadamente cortos y realizados en organza de tres capas, en tonos azul y verde.

La diseñadora Lydia Delgado ha viajado al Oriente para triunfar con una colección en la que reinaban los vestidos de seda con flecos y cintas y con aires años 20. Sus minigabardinas con cuadros de Gales, los abrigos con botones lacados, sus shorts negros y los largos collares de cuentas blancos no han dejado indiferente a nadie.

La colección "Abracadabra" de Amaya Arzuaga viste con magia únicamente a la mujer. Las hombreras muy marcadas son sólo un aperitivo para las geométricas formas de faldas, chaquetas y vestidos.

La diseñadora burgalesa se ha inspirado en la papiroflexia para trasladar las difíciles formas del papel a unas telas de punto, fieltro, mikado seda, lana plastificada, lurex laca bordado y estampado. El verde esmeralda, el granate, el camel, el naranja y, por supuesto, el negro que la identifica, han sido los tonos escogidos.

Llaman la atención los adornos realizados con piel de cocodrilo, registrada, que sólo podrá vender en España, pues es un material que está prohibido exportar, según explicó Arzuaga en el "backstage". Sin embargo, más audaz es el uso de material reflectante en las espaldas y en los tacones de los zapatos de la nueva colección.

La brasileña Gloria Coelho se presenta en Cibeles con una colección original y llamativa. A los vestidos de tul con cristales de Swarovski y cintas de terciopelo le siguen vestidos muy cortos y ajustados.

Coelho, que aún no ha decidido quién distribuirá su moda en nuestro país, utiliza pelo sintético para chalecos, zapatos y unos abrigos cortos o muy largos, en negro y castaño, bajo la inspiración de los músicos de rock de los 60 y 70.