A medida que Internet se introduce cada vez más en nuestra vida, la delincuencia también está más presente en el mundo virtual, y genera millones de dólares de ingresos a los ciberdelincuentes que están muy repartidos geográficamente, según un informe difundido el martes.

La información de datos de tarjetas de crédito o de cuentas corrientes es la que más interesa al cibercrimen porque es la forma más rápida de obtener beneficio, por lo que la compra-venta de estos datos es un negocio que abunda cada vez más en la Red.

La economía sumergida se dedica a adquirir herramientas para el fraude y el robo, y la información que roban esas herramientas se ponen después a la venta, en un mercado paralelo que funciona según la oferta y la demanda.

"Por ejemplo, los datos de una tarjeta de crédito pueden valer entre 10 y 1.000 dólares, según el tipo de tarjeta y el país en el que esté ubicada la cuenta asociada", según explicó un experto de la empresa de seguridad Symantec que elaboró el informe.

En el estudio detallado sobre los anuncios de publicidad de la economía sumergida, realizado entre julio de 2007 y junio de 2008, se detectaron canales de redes de servidores IRC, y sus tamaños oscilaban entre los 5 y 28.000 canales.

Durante el periodo estudiado "el valor potencial de todas la tarjetas de crédito anunciadas sería aproximadamente de 5.300 millones de dólares", dijo el informe.

La región de Norteamérica es la que tiene mayor número de servidores de economía sumergida, albergando al 45 por ciento del total, siendo EEUU el país líder con el 41% del total de servidores detectados en todo el mundo.

En segundo lugar está Europa, con un 38%, y dentro de ella destaca Rumanía como el país donde se alojan más servidores con fines ilícitos.

Las recomendaciones para evitar la pérdida de información confidencial que puedan utilizar los ciberdelincuentes pasa por emplear sistemas de filtración del correo electrónico, el uso de software de antivirus, firewalls y herramientas antiphising.

El problema es que la mayoría de los usuarios particulares no suelen actualizar los antivirus por ejemplo.

"Sólo el 30% de los internautas españoles tiene actualizado el antivirus", dijo David Díaz, director de consumo de Symantec.

"El problema de combatir la delincuencia online pasa por una mayor educación y concienciación de todos y de que, al igual que en la vida real se toman precauciones contra los robos y ataques, se haga lo mismo en Internet", dijo.