Los torrentes provocados por las fuertes lluvias han devastado pueblos y villas en el noreste de Brasil, acabando con la vida de al menos 38 personas y dejando más de 600 desaparecidos, según indicaron el martes varios medios de comunicación locales.

Las fuertes lluvias que llevan días asolando los estados de Alagoas y Pernambuco han inundado poblados, reventado una presa y perjudicado a más de 50.000 personas, según las autoridades estatales citadas por los medios.

Responsables de los servicios de emergencia de Alagoas y Pernambuco no respondieron a las llamadas realizadas por Reuters el martes por la mañana.

Los medios locales señalaron, citando a servicios de emergencia, que 26 personas han muerto en Alagoas, donde también hay 607 desaparecidos tras la ruptura de una presa.

En el estado de Pernambuco se ha informado de la muerte de 12 personas.

"Hay pueblos en los que parece que hubiera caído una bomba atómica", dijo el gobernador de Alagoas, Teotonio Vilela Filho, según publicó el periódico O Globo.

"Rezamos para que estén vivos", afirmó el gobernador sobre los desaparecidos. "Estamos preocupados porque han comenzado a aparecer cuerpos", agregó.

Imágenes del canal de televisión Globo mostraban poblados enteros arrasados por las aguas. Automóviles volcados yacían entre los escombros de los cientos de casas destruidas y podían apreciarse líneas de ferrocarril destrozadas por la fuerza del agua.

La agencia oficial de noticias Agencia Brasil señaló que el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, celebraría el martes una reunión de emergencia con las autoridades estatales y federales para determinar los recursos de ayuda y rescate necesarios.